Ábalos acusa al PSOE de «rendir tributo a la derecha» por querer «echarle por la puerta de atrás»
Se ve como un «peón» solo ante el poder político y cree que, quienes le niegan el «compañerismo», al final tendrán que mirarle «a la cara»
El ex secretario de Organización del PSOE y exministro de Fomento José Luis Ábalos ha abandonado este martes el Grupo Socialista del Congreso acusando a la dirección del partido que encabeza Pedro Sánchez de «rendir tributo a la derecha» al haber intentado «echarle por la puerta de atrás» convenciéndole de que dejara su escaño por el caso Koldo cuando no está señalado en ninguna investigación judicial.
Ábalos ha salpicado la rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso para explicar la que, ha dicho, es la «decisión más difícil» de su vida política, de mensajes a Ferraz. Así, ha avisado a la dirección federal del partido de que «ser exigentes en la respuesta frente a la corrupción no es actuar a espasmos al dictado de quienes más han hecho por ocultarla» y ha dejado claro que «la cacería» de la derecha política y mediática no hubiera parado aunque él hubiera dimitido.
El ya miembro del Grupo Mixto del Congreso ha iniciado su comparecencia, en la que no ha admitido preguntas y en algunos momentos se le ha quebrado la voz, reconociendo que estaba «condicionado por la emoción y la tensión del momento» y que le hubiera gustado estar explicándose «respaldado» por la dirección del partido. «Creo que hubiera sido lo correcto, como en tantas otras ocasiones. Y lo que hubiera satisfecho más a la militancia», ha deslizado.
COSIÓ EL PSOE Y AYUDÓ A AUPAR A SÁNCHEZ
«Es más, –ha abundado– creo firmemente que, tras haber contribuido a la conformación de un Gobierno progresista tras la moción de censura de 2018, tras haber servido a la transformación y haber servido a nuestro país como ministro de España y habiendo ayudado como secretario de organización del PSOE a cohesionar a la militancia en un tiempo político muy complejo tras las primarias de 2017, me hubiera gustado tener el beneficio del compañerismo».
Ábalos reivindicaba así su papel en el regreso de Sánchez a la Secretaría General del PSOE y lamentaba no haber podido compartir con la cúpula socialista «una reflexión en beneficio» de sus siglas y «de la restitución del debate público por la senda del sosiego y de la ponderación».
Según ha relatado, desde la detención de quien fuera su colaborador en el Ministerio de Fomento la semana pasada, ha escuchado todas «las voces a su alrededor», la de sus adversarios políticos, la de quienes le «desprecian» porque «desprecian» su «propia humanidad» y le han hecho «condenar» porque «anteponen las cuestiones de poder a las de la Justicia» y también la de quienes «aún» le quieren.
Ha optado por hacer caso a estos últimos, que le pedían que no se rindiera y ha decidido mantener su acta de diputado aunque en el Grupo Mixto. Después ha hecho hincapié en que ya sólo se debe a ellos, a quienes «efectivamente» le «aprecian».
¿CÓMO SE REPARA UNA «CANCELACIÓN CIVIL»?
También ha subrayado que quienes exigen su expulsión de la vida política «apelan a una supuesta ética» que, a su juicio, no casa con la «ética pública». En este punto ha denunciado que quienes le han animado a dejar el escaño no le han sabido contestar cómo y cuándo se le repararía en el fututo después de su «cancelación civil» y «sacrificio público».
«Una ética que no concierne a todos, donde cada uno tiene su particular ética, de tal modo que justifica lo propio y condena a lo ajeno, con tantas varas de medir, no es una ética compartida. No forma parte, pues, de la ética pública. Y ante esta situación, en la que la mayoría no asume un comportamiento tal, lo que se impone es el cumplimiento de la ley. La confianza en la ley y que ejerza la ley en toda su dimensión», ha aseverado.
Además, ha recalcado que su renuncia a la política «no tendría ningún efecto práctico respecto de otros casos similares o aún peores». «En este escenario tan turbio que se ha generado, sin duda los principales responsables son los actores de los presuntos tejemanejes para enriquecerse, pero en este escenario, insisto, tan turbio, no ha sido posible establecer una reflexión con mi partido, en beneficio de mi partido, de las propias siglas, pero también de la restitución del debate público por una senda de sosiego», ha insistido.
Y ha proseguido: «Rendir un tributo a la derecha, como creo que hace la dirección política de mi partido, no va a impedir que la derecha siga con su cacería, más allá de mi persona. No puedo acabar mi carrera política en mi trayectoria. Como un corrupto cuando soy inocente».
Ábalos ha añadido que defender su honor desde el Grupo Mixto le permitirá seguir defendiendo mis ideas, «con libertad de criterio». «Y ojalá, también, asistir al final de esta partida obligando a que quienes ahora pretenden echarme a la calle por la puerta de atrás tengan que mirarme a la cara a mí y a muchos compañeros y compañeras del partido que me animan a seguir adelante», ha apostillado.
NUNCA LO HUBIERA IMAGINADO
El exministro ha confesado que «nunca me hubiera imaginado» fuera de unas siglas a las que, ha dicho, ha «entregado» su vida «desde muy joven». «Pero nunca hubiera emprendido tampoco el camino de la militancia, hace ya muchos años, regateando la determinación a mis convicciones», ha destacado.
Y en este punto ha lanzado la advertencia de que «ser exigentes en la respuesta frente a la corrupción no es actuar por espasmos al dictado de quienes más han hecho por ocultarla y sus terminales mediáticas, sino siendo implacables con quienes se corrompen y delinquen».
«La proporcionalidad, la objetividad, la ecuanimidad y la contundencia son requisitos en la lucha contra la corrupción y sus culpables. La justicia está opuesta al justicialismo de tus adversarios políticos, que no piensan en la lucha contra la corrupción, sino en expulsarte del gobierno por cualquier medio. Es un error que sólo conduce a la confusión y a enardecer los embates de quienes nunca van a reconocer tu legitimidad democrática», ha remarcado.
«POSICIONES ACOMPLEJADAS DE LA IZQUIERDA»
Y es que, en su opinión, se ha creado un «ambiente artificioso» para condenarle y por eso no puede rendirse. «No puedo complacer a quienes practican este estilo y estas estrategias soterradas. Tengo que defenderme a todos los niveles, por mí y para evitar que estas estrategias que construye la derecha en la política y en los medios cobren fuerza y se instalen en la sociedad y arrollen ciertas posiciones acomplejadas de la izquierda», se ha justificado.
Además, ha dicho sentirse «solo» en esta batalla que emprende ahora». «Vengo solo en mi coche. No tengo secretaria. No tengo a nadie detrás ni al lado. Me enfrento a todo el poder político. ¿Quién me lo va a decir? De una parte y de otra. Y lo tengo que hacer solo. Soy un mero peón que se inserta en una lucha política sin reglas que se fundamenta en la alineación de cualquiera y de cualquier modo», ha dicho.
En este sentido, ha señalado que precisa de la «tribuna pública» que le brinda el Congreso para defender no sólo su honorabilidad sino también a quienes «ven y no aprueban estas reglas que establece la lucha por el poder». «A quienes me dicen, hagas lo que hagas, vamos a estar contigo. Yo, a estas alturas, solo me debo a ellos, solo me debo a esta gente», ha concluido.