Experta señala la detección temprana y un mejor control del dolor como principales retos en las espondiloartritis
La reumatóloga del Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid, la doctora Raquel Almodovar, ha señalado la detección temprana, la Medicina de precisión y un mejor control del dolor entre los principales retos en las espondiloartritis; un conjunto de enfermedades reumáticas cuya prevalencian podría superar el 1,2% de la población, lo que equivale aproximadamente a medio millón de afectados en España.
A su juicio, «otro desafío crucial tiene relación con un mayor control del dolor y la inflamación asociados con las espondiloartritis. Aunque existen opciones terapéuticas, la respuesta individual a los tratamientos puede variar considerablemente», ha señalando en el marco de la II Jornada nacional de investigadores del Grupo de Espondiloartritis de la Sociedad Española de Reumatología (GRESSER), que ha tenido lugar en Madrid.
Por tanto, ha añadido, «se necesita una investigación continua para desarrollar terapias más efectivas y personalizadas que aborden específicamente los mecanismos patogénicos de estas enfermedades».
En los últimos años, el campo de la espondiloartritis axial y artritis psoriásica ha experimentado significativos avances y descubrimientos que han influido en el diagnóstico, tratamiento y comprensión de estas enfermedades reumáticas, favoreciendo también una mejor calidad de vida de los pacientes.
En esta línea, «cabría destacar los estudios genéticos que han arrojado luz sobre la base genética de las espondiloartritis axial y artritis psoriásica, identificando ciertos marcadores genéticos asociados con un mayor riesgo de desarrollar estas patologías. Esto podría abrir nuevas vías para entender la predisposición genética y desarrollar enfoques terapéuticos más específicos», ha destacado Almodóvar.
Asimismo, ha hecho mención a avances en las técnicas de imagen, como la ecografía, resonancia magnética y la tomografía computarizada, al proporcionar una mejor evaluación de la actividad inflamatoria y el daño estructural de la enfermedad, permitiendo un diagnóstico más precoz, así como una mejora en las decisiones terapéuticas.
También se han desarrollado nuevas terapias con diferentes mecanismos de acción que han proporcionado opciones más específicas y efectivas para muchos pacientes y se ha reconocido la importancia de la colaboración entre reumatólogos y otros profesionales implicados en el manejo de las espondiloartritis para abordar no solo la inflamación, sino también aspectos como la afectación cutánea, intestinal, ocular, el riesgo cardiovascular, la salud mental y en global la calidad de vida de los pacientes.