Madrid y Barcelona, entre las 25 ciudades más preparadas ante los retos de movilidad, según Oliver Wyman
Madrid y Barcelona se mantienen en el ranking de las 25 ciudades del mundo mejor preparadas para adaptarse a la movilidad urbana, según el último informe anual Urban Mobility Readiness Index , realizado por la consultora estadounidense, Oliver Wyman, en colaboración con la Universidad de Berkeley de California.
En concreto, Madrid y Barcelona se mantienen en los puestos vigésimo y vigésimo cuarto, respectivamente, «gracias a la solidez de sus infraestructuras de transporte», en la zona «media-alta» de la clasificación global, con un grado de preparación destacable, según el informe.
En esta edición, Helsinki ocupa el primer lugar, seguido de Ámsterdam, en contraposición con Londres y Tokio, que descienden en la clasificación, siendo adelantadas por otras ciudades que «están acelerando sus esfuerzos para modernizar sus redes de movilidad».
Los resultados se obtuvieron mediante el análisis de hasta 57 métricas agrupadas en cinco grandes dimensiones: impacto social, infraestructuras, atractivo del mercado, eficiencia del sistema e innovación. Analizando estos factores, el informe identificaba las ciudades mejor preparadas para resolver los retos de la movilidad urbana.
El director global de Automoción y Movilidad, Clima y Sostenibilidad de Oliver Wyman, Fabian Brandt, ha destacado que Madrid y Barcelona tienen carreteras de alta calidad y bien conectadas, gracias a las inversiones en el sistema de tráfico, educación vial y aplicación de la normativa.
LA CAPITAL Y LA CIUDAD CONDAL SUSPENDEN EN INNOVACIÓN
En el caso de Madrid, los autores del estudio destacan las inversiones realizadas por la ciudad en vehículos autónomos, así como la implementación de varias líneas de transporte automatizadas como parte de su red de metro.
Desde el punto de vista sostenible, el informe pone en valor las iniciativas de la capital para la limpieza del aire, como la transición a los vehículos eléctricos a través de la inversión en estaciones de carga, a pesar de que los resultados han reflejado que la capital española se encuentra entre las ciudades más bajas de la Unión Europea en cuanto a número de puntos de recarga per cápita.
Por su parte, Barcelona ha destacado por la conexión y accesibilidad de la red de transporte público multimodal, que se complementa con un sistema ferroviario sólido, según los resultados. Asimismo, la ciudad condal también se beneficia de una red nacional de carreteras que proporciona «una fuerte conectividad regional».
Del lado menos positivo, el socio y responsable de servicios financieros y movilidad en España y Portugal, Pablo Tramazaygues, ha señalado que ambas ciudades «van a la zaga de sus homólogas europeas en innovación, existiendo margen de mejora».
En cuanto al margen de crecimiento de Barcelona, el estudio señala que su cuota de mercado sigue siendo moderada en comparación con sus homólogos europeos, debido a la relativamente baja densidad de estaciones de carga. Asimismo, los autores aseguran que la baja densidad de estaciones existentes en la ciudad dificultan la movilidad.