Un diagnóstico acertado de epilepsia permite controlar el 70% de las crisis con medicación, según neuróloga
Un diagnóstico acertado de epilepsia permite controlar las crisis hasta en el 70 por ciento de los casos empleando la medicación apropiada, según ha destacado la neuróloga Asunción de la Morena, del Hospital La Luz de Madrid.
La doctora advierte de que algunas crisis, como las convulsiones, son detectadas de manera evidente y, generalmente, llevan a las personas a recibir atención médica con rapidez, incluso a ingresar en la UCI si estas crisis se repiten sin pausa. Sin embargo, en otro tipo de crisis, las manifestaciones son mucho más sutiles, lo que dificulta su diagnóstico precoz.
En este sentido, para la detección precisa, es clave emplear pruebas específicas, como el electroencefalograma (EEG). La doctora Anabel Puente, jefa Asociada de Neurofisiología del Hospital Universitario la Luz, subraya la importancia de disponer de un registro adecuado para poder determinar la presencia de actividad epiléptica.
Según Puente, para aumentar la rentabilidad diagnóstica, se pueden realizar estudios de mayor duración llamados video-polisomnografías. «Esta prueba permite valorar la actividad cerebral del paciente tanto durante la vigilia como durante el sueño, incrementando así, las posibilidades de encontrar cualquier alteración», ha detallado.
Como explica la neurofisióloga, durante estos estudios, los pacientes duermen en un ambiente controlado y se les colocan electrodos y sensores para registrar su actividad cerebral. Además, se completa con sensores especiales para estudiar los patrones de sueño, movimientos musculares, frecuencia cardíaca y respiración. «Esta prueba también es clave para el diagnóstico de otros trastornos como el síndrome de apnea del sueño o la narcolepsia», concluye la doctora.
LA EPILEPSIA AFECTA A 65 MILLONES DE PERSONAS EN EL MUNDO
Este lunes se celebra el Día Internacional de la Epilepsia, que pretende educar y concienciar a toda la población sobre esta enfermedad neurológica que padecen 65 millones de personas en el mundo.
En España, este trastorno afecta a más de 400.000 personas. La clave de esta enfermedad es una alteración de la actividad eléctrica de las neuronas que causa crisis repetidas. Puede afectar a cualquier persona, y a cualquier edad, pero es más frecuente que aparezca en la infancia y en la senectud.