García Ortiz dice que su intención es respetar criterio de la teniente fiscal del TS sobre si hubo terrorismo en Tsunami
MADRID, 8
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha asegurado que su intención es «respetar» el criterio que marque la teniente fiscal del Tribunal Supremo (TS), María Ángeles Sánchez-Conde, quien debe resolver si se puede investigar por terrorismo a los sospechosos como el expresidente Carles Puigdemont y el diputado de ERC, Rubén Wagensberg.
Preguntado en una entrevista este jueves en la Cadena Ser, recogida por Europa Press, sobre si respetará sea cual sea el criterio de la teniente fiscal del TS, García Ortiz ha apuntado que sería «política ficción» si contestara de alguna manera a esa cuestión pero que su intención es «respetar lo que diga la teniente fiscal».
Al hilo, ha asegurado que desconoce el criterio que aplicará Sánchez-Conde y que no hay un plazo establecido para que se pronuncie en torno a este asunto.
En otro orden de cosas, el fiscal general del Estado ha mostrado su respaldo al trabajo de los magistrados de la Audiencia Nacional al ser preguntado si apoya las críticas del fiscal de la Audiencia Nacional a cargo de la causa relativa a Tsunami Democràtic , Miguel Ángel Carvallo, hacia las decisiones que está tomando en la instrucción el juez Manuel García Castellón.
«La Audiencia Nacional es el órgano especializado en este país en terrorismo. Yo respaldo el trabajo de los compañeros de la Audiencia Nacional, por supuesto», ha indicado.
Asimismo, García Ortiz se ha referido a las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las que negó que el independentismo catalán cometiera terrorismo en las protestas contra la sentencia del procès, y ha señalado que «respeta la libertad de expresión de todos».
En este sentido, ha manifestado que sería tener «la piel muy fina» si el presidente del Gobierno o el jefe de la oposición o cualquier otro responsable político «con manifestaciones de este tipo pudiera influirnos». «Creo que están en los periódicos todos los días y estamos hasta cierto punto acostumbrados a ellos. Lo que no nos gustan son las injerencias de verdad», ha reclamado.