Pacientes ostomizados insisten en reclamar baños adaptados y recalcan que «no supone un coste elevado»
El vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Personas Ostomizadas de España (FAPOE), Javier Muñoz, ha reclamado baños adaptados para personas ostomizadas y ha explicado que «no supone un coste muy elevado» y, de hecho, en edificios de nueva construcción son incluidos si hay una petición para que así sea.
Por su parte, la presidenta de SEDE, María Jesús Bernarte, enfermera y experta en heridas crónicas y responsable ostomías, ha incidido en la importancia de entender que una ostomía es una consecuencia de una enfermedad y «no una enfermedad en sí misma», que consiste en apoyar un órgano a una pared abdominal y hacer una abertura para eliminar los desechos del cuerpo.
En este sentido, Bernarte ha comentado que una de las principales preocupaciones de las personas que se someten por primera vez a una ostomía es la higiene. «Pero el estema no es una herida, no hace falta agua oxigenada; es suficiente con agua y jabón», ha explicado.
La ostomía es un procedimiento quirúrgico que implica la creación de una abertura artificial en el cuerpo para permitir la eliminación de desechos corporales. Esta intervención puede ser necesaria debido a diversas condiciones médicas, como enfermedades inflamatorias del intestino, cáncer colorrectal, traumatismos o malformaciones congénitas. «La primera causa es el cáncer colorrectal, seguido de la enfermedad de Crohn y el cáncer de vejiga», ha explicado la enfermera experta en ostomías.
«Antes, el tema de la bolsa era algo que se quedaba en la familia; ahora ya hemos dejado de ser tabú, hablamos abiertamente de heces y de orina, pero queda mucho por hacer», ha reclamado la presidenta de FAPOE durante su intervención, Yolanda Fernández.
Las cuestiones más urgentes están recogidas en el Decálogo de los derechos de las personas ostomizadas en España que publica FAPOE en su web. En él, se hace referencia a la reinserción laboral de las personas ostomizadas siempre que sea posible, a la necesidad de recibir información completa e imparcial sobre todos los productos relacionados al cuidado de la ostomía disponibles y a la necesidad de avanzar en accesibilidad de las personas ostomizadas implementando más baños adaptados en espacios de uso público.
A Fernández le diagnosticaron cáncer de vejiga a los 41 años, por lo que la bolsa le «dio la vida», por lo que, dice, no lo encajó «tan mal». A Javier Muñoz ese momento le llegó con 19 años, como solución a una colitis ulcerosa.