Malí denuncia un ataque con proyectiles de mortero contra Tombuctú y el aeropuerto de la ciudad
El Ejército asegura que no hay víctimas o daños, en medio del bloqueo impuesto a la localidad por la rama de Al Qaeda
Las autoridades de Malí han denunciado un ataque con proyectiles de mortero contra la ciudad de Tombuctú y su aeropuerto, si bien han destacado que se ha saldado sin víctimas o daños materiales, sin que por el momento haya reclamación de la autoría.
El Ejército maliense ha señalado que «terroristas» dispararon varios proyectiles contra la ciudad, tres de los cuales cayeron en la ciudad y dos cerca de una base militar, «sin incidentes». Además, otros tres impactaron en la zona del aeropuerto, «provocando un incendio en un montón de basura, rápidamente extinguido por los bomberos».
«Hay búsquedas en marcha para localizar el punto de los disparos y a los autores de estos actos cobardes. El Estado Mayor del Ejército aplaude la valentía de las Fuerzas Armadas y asegura a la población que se está haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad en todo el territorio», ha dicho a través de un comunicado publicado en su cuenta en la red social Facebook.
La ciudad se encuentra sometido a un bloqueo desde agosto por parte del Grupo de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (JNIM), rama de la organización terrorista Al Qaeda en la región, mientras que las localidades de los alrededores han registrado numerosos combates desde entonces entre el Ejército y los terroristas.
Malí, al igual que otros países del Sahel, ha venido registrando en los últimos años un número creciente de ataques yihadistas obra tanto de la filial de Al Qaeda en la región como de la de Estado Islámico, lo cual ha hecho además aumentar la violencia intercomunitaria y provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas.
El país se encuentra en la actualidad dirigido por una junta militar tras los golpes de Estado perpetrados en agosto de 2020 y mayo de 2021, ambos encabezados por Assimi Goita, actual presidente de transición. Goita se ha distanciado de Francia y ha reclamado la retirada de los cascos azules de Naciones Unidas, que finalizó su repliegue a finales de diciembre.
