Feijóo ve la reforma del artículo 49 fruto de «la buena política» pero admite que será una «rareza» esta legislatura
Recalca que el PP ha impedido que esta reforma sea «moneda de cambio para otras reformas constitucionales» con «fines espurios»
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado este martes que la reforma del artículo 49 de la Constitución que han consensuado PSOE y PP es «fruto de la buena política», si bien ha admitido que será una «rareza» en esta legislatura. Además, ha resaltado que su partido ha «impedido que el Gobierno y sus socios «usen los derechos de las personas con discapacidad para fines espurios» y sean «moneda de cambio para otras reformas constitucionales que van justamente en contra de la igualdad de los ciudadanos».
Tras el acuerdo cerrado el 22 de diciembre entre Pedro Sánchez y Alberto Nuñez Feijóo, el Congreso debatirá este martes esta reforma del artículo 49 para sustituir el término «disminuidos» por «personas con discapacidad», una tramitación que se realizará por el procedimiento de lectura única, sin pasar por ponencia ni comisión.
En la reunión plenaria del Grupo Popular que se ha celebrado en el Senado, Feijóo ha admitido su «satisfacción» por este acuerdo ante los diputados y senadores del PP, ya que, según ha dicho, «hoy es un buen día para la política» y para los que creen en la igualdad «sin excepciones».
«Hoy también es un buen día para todos los que creemos que la política consiste en cumplir la palabra dada», ha dicho, para recordar que el PP llevaba esta reforma constitucional en su programa electoral y que ya defendió en la pasada legislatura.
«SALDAMOS UNA DEUDA HISTÓRICA»
En este sentido, ha saludado que ahora se vaya a convertir ese «compromiso electoral» en una «realidad legislativa». «Vamos a demostrar que en España hay un programa electoral que tiene plena vigencia, a pesar de que los otros, lamentablemente, sean papeles mojados», ha enfatizado.
Según Feijóo, con esta reforma dan «un paso enorme» y saldan «una deuda histórica con las personas con discapacidad» en España, casi cuatro millones de españoles, que merecen que su Constitución «tenga un lenguaje respetuoso con ellos» y «se les reconozca como ciudadanos libres e iguales y titulares de derechos y deberes».
«Hoy es un día pues de celebración para las personas con discapacidad y es un día también de satisfacción para quienes creemos en la buena política y que ésta no consiste en otra cosa más que en ayudar a los ciudadanos», ha proclamado, cosechando un aplauso de la bancada del Grupo Popular.
En este sentido, ha resaltado que esta reforma del artículo 49 «es el fruto de la buena política», que es aquella que «cuenta con los actores sociales en vez de ignorarles» y «no es fruto de la imposición, sino del entendimiento y del acuerdo». «La buena política es la que amplía derechos en lugar de mercadear derechos, y es la política honesta y transparente, sin cesiones inasumibles ni tratos oscuros», ha añadido.
EVITAR QUE SEA «MONEDA DE CAMBIO» PARA ABRIR LA CARTA MAGNA
Tras asegurar que el PP va a estar «siempre al lado de las personas con discapacidad» en España, ha destacado que su partido ha «impedido que el Gobierno y sus socios puedan usar los derechos de las personas con discapacidad para fines espurios».
«Ese era nuestro requisito, evitar que los derechos de las personas con discapacidad fueran moneda de cambio para otras reformas constitucionales que van justamente en contra de la igualdad de los ciudadanos», ha abundado.
Eso sí, el presidente de los populares ha reconocido que, en el actual contexto y tras los pactos del PSOE con los independentistas, «lamentablemente» el debate de hoy «será una rareza en esta legislatura».
«Y yo os pido que en lo que dependa el PP os esforcéis por dignificar al máximo la vida parlamentaria, frente a los teatrillos de los demás y frente a las extorsiones de los demás», ha afirmado, emplazando a los suyos a presentar propuestas parlamentarias para mejorar la vida de la gente.
Dicho esto, ha insistido en la alternativa que supone el PP a un Gobierno que, a su juicio, encamina a España «hacia el deterioro de las instituciones democráticas y el retroceso de los derechos más fundamentales». Por eso, ha reivindicado al PP como «un partido de Estado» que actúa conforme a lo que votaron los españoles.