La dieta atlántica se asocia con una menor mortalidad en algunos países europeos, según un estudio
La dieta atlántica se asocia con una menor mortalidad en España, República Checa, Polonia y Reino Unido, según un estudio publicado en la revista European Journal of Preventive Cardiology liderado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), IMDEA Alimentación y el área de Epidemiología y Salud Pública del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERESP).
Investigaciones previas de los mismos autores habían revelado que las personas que seguían una dieta atlántica presentaban mejores indicadores de enfermedades cardiovasculares y un riesgo reducido de infarto de miocardio y mortalidad.
Sin embargo, estas investigaciones se habían centrado exclusivamente en poblaciones españolas, generando dudas sobre su aplicabilidad a otros contextos. El nuevo estudio buscaba verificar si los beneficios de la dieta atlántica se extendían a otros países europeos.
Esta dieta, rica en pescado, carne, lácteos, verduras, legumbres, patatas y pan integral, es el resultado de siglos de adaptación a las condiciones geográficas y meteorológicas de Galicia y el norte de Portugal.
La proximidad al Océano Atlántico favorece el consumo de pescado, mientras que los pastos abundantes propician la ganadería y, con ella, el consumo de carne roja, embutidos de cerdo y lácteos. Los productos de la huerta, como patatas, verduras y legumbres, son pilares de esta dieta, así como el pan.
UNA MORTALIDAD 15 POR CIENTO MENOR
Los resultados, basados en datos de 36.000 personas de cuatro cohortes europeas (ENRICA en España; HAPIEE en República Checa y Polonia; y Whitehall II en Reino Unido), indican que aquellos cuya alimentación se alinea más estrechamente con la dieta atlántica presentan una mortalidad un 15 por ciento menor en comparación con quienes siguen patrones alimentarios muy distintos.
Estos beneficios, observados tras más de 13 años de seguimiento, se deben principalmente a una reducción en un 19 por ciento en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y un 8 por ciento en cáncer.
Otra de las conclusiones del estudio revela que aunque los resultados fueron consistentes en las diferentes poblaciones de estudio, el país en el que la dieta atlántica reducía más la mortalidad no era España, sino Polonia.
Además, al comparar la dieta atlántica con otros patrones dietéticos saludables, como la dieta DASH y el índice alternativo de alimentación saludable de la Universidad de Harvard, los investigadores encontraron resultados similares en términos de reducción de la mortalidad.
Estos hallazgos, sumados a investigaciones previas, sugieren la posibilidad de desarrollar guías alimentarias basadas en el patrón dietético tradicional de Galicia y el norte de Portugal, y extender recomendaciones similares a otros países de Europa, dado que la dieta atlántica no difiere sustancialmente de sus dietas tradicionales.