Una Madama Butterfly «sobria, elegante y exótica» agota las entradas en Santander
Se representará el jueves y viernes a las 19.30 horas en el Palacio de Festivales de Cantabria con la venta anticipada completa
El Palacio de Festivales de Cantabria acogerá este jueves y viernes sendas funciones de Madama Butterfly producida por la Fundació Òpera de Catalyuna, una representación «sobria, elegante y con mucho ambiente japonés» que llega a Santander con las entradas prácticamente agotadas, pues ya está completa la venta anticipada.
Se trata de una producción «exótica», sobre todo desde el punto de vista del vestuario, pero en la que los personajes «son lo importante». Se representará los días 11 y 12 a partir de las 19.30 horas en la Sala Argenta, con la Orquesta Simfònica del Vallès y el Coro Amics de l Òpera de Sabadell.
La ópera en tres actos con música de Puccini (1858-1924) y texto de Guiseppe Giacosa y Luigi Illica se basa en la obra de teatro del dramaturgo David Belasco, cuyo estreno original fue en el Teatro allaScala de Milán el 17 de febrero de 1904.
Es una de las más representadas en todo el mundo y, en Santander, cuenta con Daniel Gil de Tejada en la dirección musical y Carles Ortiz en la de escena.
Además, es uno de los primeros espectáculos que acoge el espacio cultural cántabro este 2024, en el que se conmemora el centenario del fallecimiento del compositor, «el rey de la ópera italiana del siglo XX» y alguien que supo «poner música adecuada en el momento adecuado».
Así lo han destacado este miércoles en rueda de prensa ambos directores así como el de la Fundació Òpera de Catalyuna, Oscar Lanuza, el vicepresidente de la asociación Amics de l Òpera de Sabadell y miembro de la comisión ejecutiva de la FOC, Jordi Torrents, y Carmen Solís, solista que interpretará el rol protagonista de Madama Butterfly , «el título de mi vida».
En la presentación del espectáculo, la cantante ha resaltado la dificultad de diferentes aspectos de esta ópera, como el lírico, pues tiene una exigencia vocal relevante como consecuencia de una orquestación voluminosa: «Eespués de esto puedo cantar casi cualquier cosa», ha valorado. «Es un punto álgido en la trayectoria de una soprano», ha abundado.
La intérprete también ha indicado que es exigente por su «enorme» duración o desde el punto de vista escénico: «Para una extremeña como yo, hacer de japonesa, es complicado», ha comentado, para indicar que tiene que representar a una mujer de otra cultura y sumisa además.
A este respecto, el director escénico ha apuntado que hay que hay que entender y asumir lo que lo que pasaba en la época en la que se desarrolla la historia, hacia el año 1910, y explicarlo, pero sin entrar a juzgarlo y menos desde la óptica actual, pues «es imposible intentar buscar un acercamiento» a la realidad presente.
APUESTA DEL PALACIO POR EL REGRESO DE LA LÍRICA
En la comparecencia ante los medios han estado acompañados por el director general de Cultura, Juan Antonio González Fuentes, quien ha destacado la importante respuesta del público a una obra «fundamental» del repertorio lírico, que traerá al Palacio a más de un centenar de personas, entre músicos de la orquesta, coro, solistas y equipo técnico y artístico.
Por eso mismo y debido al esfuerzo que supone semejante despliegue, ha admitido que las óperas no son frecuentes en la programación del Palacio de Festivales, aunque ha expresado su apuesta por el regreso de la lírica a este espacio, más si se tiene en cuenta la aceptación de este género entre los espectadores cántabros.
La producción que se representa ahora en Santander es la tercera colaboración con la Fundació Ópera a Catalunya, tras la escenificación de Don Giovanni de Mozart y Rigoletto de Verdi .
Con esta Madama Butterfly debutó la Asociación Amics de l Ópera de Sabadell hace 41 años y es una de la más representadas por parte de Òpera a Catalunya.
Antes de 2023 -gira en la que se incluyen estas dosfunciones que hoy se presenta- y que ha vijado por doce ciudades catalanas, se ha representado en otras seis ocasiones.
HISTORIA
Madama Butterfly cuenta una trágica historia de amor que se desarrolla en Nagasaki (Japón), a principios del siglo XX, protagonizada por una joven heroína japonesa, frágil y sensible.
Se centra en el personaje de Butterfly, y pone en el escenario a una geisha de quince años que se enamora de Pinkerton, un oficial de la Marina americana con quien se ha casado según una ley japonesa que permite el repudio.
En el escenario, Solís interpreta el papel de Cio-Cio-San (Madama Butterfly), junto al tenor Vicens Esteve en el rol de Pinkerton; Carlos Daza, interpretando el personaje de Sharpless; la mezzosoprano, Anna Tobella, que será la fiel sirvienta Suzuki; el tenor Jorgen Juan Morata en el papel de Goro; el bajo Juna Carlos Esteve como Lo Zio Bonzo; la soprano Laura Obradors en el rol de Kate Pinkerton y Cristófolo Yamadori como Il Principe Yamadori, completan el reparto.