Singular Bank: «Habrá algún momento en el año de gran giro en la estrategia de inversión»
Singular Bank ha presentado este miércoles en un encuentro con los medios sus perspectivas de mercado y estrategia de inversión de cara a 2024 y, en ese sentido, ha adelantado que «habrá algún momento en el año de gran giro en la estrategia de inversión».
De manera más concreta, el jefe de estrategia de la entidad, Roberto Scholtes, ha explicado que el mercado pivotará en torno a lo que hagan y digan los bancos centrales en cuanto a la política monetaria y los previsibles recortes de tipos de interés, que en cualquier caso no llegarán con la premura y la intensidad que anticipa el mercado.
De hecho, la estratega jefa, Alicia Coronil Jónsson, ha señalado que prevén que las primeras bajadas de tipos lleguen a partir de junio, en tanto que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos -cuyos tipos se sitúan ahora en el 5,25-5,5%- efectuaría tres recortes y el Banco Central Europeo (BCE) -con los tipos en el 4,5%- llevaría a cabo dos en el presente ejercicio por la persistencia de las presiones inflacionistas.
Ante esa coyuntura, Scholtes ha explicado que hasta ese momento de cambio esperan una reversión parcial de los avances bursátiles de los últimos meses motivada por la tardía llegada de recortes de tipos, el mayor enfriamiento de la economía y las subsiguientes rebajas de los beneficios empresariales.
Por ello, optan por infraponderar la renta variables y centrarse en sectores defensivos, como las petroleras, eléctricas y compañías del sector sanitario, así como en los espacios geográficos de Europa (el Ibex presenta un potencial ligeramente por encima de los 10.000 puntos) y Japón en detrimento de Estados Unidos.
«Habrá algún momento en el año en el que, descansadas las cotizaciones bursátiles, ajustadas las expectativas respecto a actuación de los bancos centrales y respecto al crecimiento económico y beneficios empresariales, podamos dar un gran volantazo, un gran giro a la estrategia de inversión», ha apuntado el ejecutivo.
Ligado a esto, ha señalado que ese cambio probablemente les llevará a aumentar el peso de la renta variable, a tener un sesgo más cíclico, «un punto en el que posiblemente estemos aumentando pesos en sectores como la industria, minas, autos y similares»; y, en el que, sobre todo, podrán aprvechar la oportunidad que hay en valoraciones de compañías pequeñas y medianas, tanto en Europa como en EEUU, por su «gran descuento».
En la primera mitad del año optan por tener un sesgo más bonista que accionista y, en ese sentido, se decantan ahora por activos monetarios, pasar de bonos de mercados emergentes a bonos ligados a la inflación, bonos corporativos de alta calidad y, de manera general, ir aumentando la duración de los títulos.
Asimismo, en cuanto se revierta la situación de política monetaria, «se presentará el momento» de volver a alargar duraciones, así como a poner el foco de vuelta en bonos emergentes y deuda high yield (alto rendimiento a costa de asumir un mayor riesgo).
Entrando al detalle particular de ciertos activos, las previsiones de Singular Bank apuntan a que el bono estadounidense a 10 años terminará el ejercicio con un interés en torno al 3,9%; el euro se intercambiará por 1,12 dólares; el barril de Brent se negociará en torno a los 80 dólares y la onza de oro mantendrá un nivel de equilibrio a finales de 2024 por encima de los 2.000 dólares.
ESCENARIO MACROECONÓMICO
Singular Bank ha dibujado un escenario para 2024 teñido por la «era de la volatilidad»; esto es, las previsiones económicas globales seguirán marcadas por un elevado grado de incertidumbre y por la necesidad de tener en cuenta escenarios alternativos tanto en la toma de decisiones de política económica como de carácter empresarial.
Así, la coyuntura económica global estará marcada por la desaceleración del crecimiento ante la persistencia del endurecimiento de las condiciones financieras, el menor tono expansivo de la política fiscal, la ralentización del comercio internacional y la compleja situación de la economía de China, entre otros factores.
Por ello, en el escenario base de la firma prevén que el avance del PIB global podría situarse en un 2,1% para 2024, lastrado por las reducidas perspectivas de crecimiento de la Eurozona y el menor dinamismo de la economía china, frente al repunte esperado de la producción de un 1% en EEUU. De su lado, la zona monetaria europea seguirá sujeta a la evolución de la coyuntura económica y política de Alemania, además de los signos de deterioro de Francia, mientras que la previsión de España es que crezca un 1,2%.
Por su parte, junto al menor crecimiento global, proyectan que se consolide el proceso desinflacionista en las economías avanzadas, especialmente en Europa ante los menores riesgos energéticos, el impacto del endurecimiento de las condiciones financieras y el menor dinamismo de su economía real.
No obstante, ante la nueva fase en la que ha entrado la evolución de los precios, en la que gana protagonismo el repunte de los costes laborales ante la ausencia de mejoras sustanciales de la productividad, y en la que el proceso desinflacionista podría ralentizarse por los efectos derivados de algunas de las tendencias que han ganado protagonismo, como los riesgos geopolíticos.