Bin Salmán recibe al presidente del Comité de Inteligencia del Senado de EEUU
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, se ha reuido este fin de semana con miembros del Comité de Inteligencia del Senado de EEUU, con su presidente, Mark Warner, a la cabeza para discutir cuestiones de seguridad regional en medio de la guerra entre Hamás e Israel, así como el estado actual de las relaciones bilaterales.
Bin Salmán, líder de facto del reino árabe, se ha reintegrado en la comunidad internacional tras meses de ostracismo público después de que un informe de la CIA le apuntara como conocedor de la operación que acabó en el asesinato del periodista Yamal Jashogi en el Consulado saudí de Estambul en 2018.
El príncipe heredero acabó reconociendo en 2019 su «total responsabilidad» en el suceso, si bien negó haber dado la orden de que el periodista fuera ejecutado.
Ahora, Bin Salmán se ha sentado con miembros del Comité de Inteligencia del Senado durante el encuentro celebrado en su residencia de invierno en Al Ula, en el este del país, para discutir relaciones amistosas y aspectos de cooperación entre los dos países, además de varios otros temas de interés mutuo», según un comunicado de la agencia oficial de noticias saudí, SPA.
Acompañando a Warner se encontraban otros miembros del comité como el senador por Maine Angus King, el senador por Texas John Cornyn, la senadora por Nueva York Kirsten Gillibrand, el senador por Georgia Jon Ossoff y el senador por Arizona Mark Kelly, así como el embajador de Estados Unidos en Arabia Saudí, Michael Ratney y su homóloga saudí en EEUU, la princesa Rima bint Bandar.
Cabe recordar que la visita de los miembros del comité tiene lugar también en medio de la gira por Oriente Próximo que está efectuando el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.
Este domingo también llegará a Arabia Saudí el máximo responsable diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, con la misión concreta de facilitar un cese de hostilidades entre Israel y Hamás cuando se cumplen siete meses de un conflicto que ha dejado ya más de 22.800 palestinos y más de 1.200 israelíes muertos.