Juan Carlos Roses, alcalde de Albaida (Valencia) al prosperar la moción de censura del PP con dos tránsfugas del PSPV
Compromís lamenta perder la alcaldía tras 12 años y promete una oposición proactiva y «dura cuando haga falta»
VALENCIA, 2
El pleno del Ayuntamiento de Albaida (Valencia) ha aprobado este martes la moción de censura registrada a mediados de diciembre por el PP y dos concejales tránsfugas del PSPV, que ya están fuera del partido, contra el alcalde de Compromís, Alejandro Quilis, y el gobierno que lideraba en minoría con el apoyo externo del grupo socialista.
En la sesión plenaria, que se ha prolongado durante una hora, el popular Juan Carlos Roses ha sido investido como nuevo alcalde de Albaida al salir adelante la moción que ha recibido siete votos a favor (incluyendo el del exsocialista Toni Sempere), cuatro en contra (los de Compromís) y una abstención, de Cristina Vila, ex del PSPV que suscribió en su día la remoción de Quilis.
En su primer discurso, Roses se ha mostrado satisfecho por este «día histórico», tras semanas negociando, y ha prometido un plan estratégico para 2024 y dejarse «la piel» por la localidad.
En declaraciones a los medios, Roses ha justificado la moción en que el Ayuntamiento estaba «paralizado» por la falta de entendimiento entre Compromís y PSPV y con una deuda muy elevada. «Fuimos la fuerza más votada y teníamos que dar un paso adelante», ha manifestado.
Según ha explicado, la moción de censura se empezó a fraguar en noviembre y «no hay nada firmado» respecto a si los dos concejales tránsfugas podrían asumir concejalías, aunque no lo ha descartado porque se abordará durante las próximas semanas. Además, ha agradecido el apoyo de los exsocialistas, quienes ha insistido en que no «pidieron concejalías» para llegar a un acuerdo con el PP.
Como objetivos desde la alcaldía, Roses ha apostado por llegar a consensos para «trabajar por el pueblo» y sobre todo ser capaces de aprobar los presupuestos y «crear estabilidad en el Ayuntamiento».
«GOLPE DURO»
Desde Compromís, el ya exalcalde Alejandro Quilis –investido a finales de 2022 en sustitución del veterano Josep Bort– ha declarado que este es «un día muy triste», que supone un «golpe duro» para la coalición valencianista y una «total desolación» a «la voluntad expresada por el pueblo» en las elecciones del 28M.
Quilis ha rechazado los argumentos esgrimidos por el PP en la moción, ya que la ha enmarcado en una «estrategia electoral» de cara a 2027. «Compromís es el único enemigo a batir tanto para el PP como para el PSOE en Albaida», ha recalcado, destacando que llevan 12 años haciéndoles frente desde la alcaldía.
En cualquier caso, ha instado a los ediles tránsfugas a explicar los motivos de su apoyo a la moción y ha garantizado que Compromís seguirá trabajando desde una oposición «proactiva y dura cuando haga falta», tendiendo la mano a los acuerdos, con el objetivo de recuperar la alcaldía en 2027. «Nos vamos con la cara bien alta y con los dientes apretados. Volveremos», ha enfatizado.
Respecto al futuro de la Mancomunitat de la Vall d Albaida, que hasta ahora presidía como alcalde de Albaida, Quilis ha augurado que se repetirá la «estrategia» llevada a cabo hace unos meses para formar el gobierno de la Diputación de Valencia entre PP y Ens Uneix. Por otro lado, ha hecho referencia a «falsas acusaciones» sobre su vida personal para intentar desestabilizarle.
Su compañera Àgueda Micó, dirigente de Compromís y diputada de Sumar en el Congreso, ha asistido el plano para transmitir su apoyo al grupo municipal frente a este «acto antidemocrático perpetrado por PP y PSOE, que «buscan volver al bipartidismo en todos los lugares donde sea posible». «Esto les pasará factura, porque la gente verdaderamente progresista apoyará a Alejandro», ha aseverado.
EL PSPV CARGA CONTRA COMPROMÍS Y CONTRA LOS TRÁNSFUGAS
Por parte del PSPV, su portavoz en Albaida, David Palací, ha rechazado las críticas de Compromís afirmando que él fue «engañado» por los dos concejales tránsfugas –Cristina Vila y Pau Sempere, cuya expulsión del partido ya se ha tramitado, según fuentes del PSPV– que actuaron «de forma individual, unilateral y totalmente al margen de los tiempos establecidos por el Partido Socialista».
Palací ha hecho hincapié en que el grupo socialista no avala esta moción de censura y ha reprochado a Compromís que se creyera capaz de «perpetrarse en el poder con solo cuatro concejales». «No sé si pecaron de ignorantes o arrogantes, pero ustedes también son responsables», les ha espetado, además de exigirles autocrítica sin «echar balones fuera».
Y es que ha acusado a los de Quilis de no hacer nada para «salvar la situación» como contactar para renegociar el acuerdo de gobierno. «Ni se han dignado a descolgar el teléfono», ha ilustrado.
Dirigiéndose al PP y al nuevo alcalde, el portavoz del PSPV le ha dado la enhorabuena y le ha emplazado a trabajar por Albaida para «redimir sus pecados» en anteriores etapas al frente del gobierno. «Y a los votantes socialistas decirles que, a pesar de las voces que nos quieren enterrar, estamos aquí más fuertes que nunca» y ha proclamado: «Somos y seremos la verdadera alternativa».
Por su parte, entre los concejales tránsfugas, Cristina Vila ha explicado que se dio de baja del partido «antes de firmar el aval» a la moción y Pau Sempere ha indicado que ambos pasarán a formar parte del grupo de no adscritos en el Ayuntamiento.
Tanto Vila como Sempere han criticado la gestión de Compromís y la postura de Palací como portavoz del PSPV. Además, han remarcado que desconocen si asumirán alguna concejalía y han sostenido que no les ha llegado todavía ninguna comunicación del PSPV.
En un comunicado conjunto, estos concejales subrayan que «el aval de la moción de censura fue decidido y aprobado por unanimidad en la ejecutiva local del PSPV de Albaida», en base a la «situación insostenible y el total abandono del Ayuntamiento».
A pesar de ello, sostienen que Palací, «ante las advertencias de ser expulsado del partido si apoyaba la moción, decidió motu propio suspender las negociaciones sine die y de forma unilateral», algo que achacan a su interés por su futuro en el partido.
Ambos aprovechan para reivindicar que no cedieron «ante las amenazas del partido de ser expulsados» y para cargar contra «determinados barones del PSPV de Albaida» que según ellos «empezaron a mover los hilos en la estructura tanto comarcal como provincial del partido al no prestar conformidad con la decisión de la ejecutiva».