La reconciliación con Israel, el deshielo con Argelia o el acuerdo sobre Gibraltar, en la agenda de Albares para 2024

También falta por materializarse la hoja de ruta con Marruecos en lo relativo a las aduanas de Ceuta y Melilla

La agenda del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, en 2024 viene cargada de temas aún pendientes de solución, como la reconciliación con Israel, completar el deshielo iniciado con Argelia, cerrar el acuerdo que regule la relación entre la UE y Gibraltar o el cumplimiento de la hoja de ruta pactada con Marruecos, incluida la esperada apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla.

El conflicto en Gaza a raíz del ataque terrorista de Hamás contra Israel del pasado 7 de octubre seguirá acaparando la atención de la comunidad internacional, también de España, en las próximas semanas, al igual que la guerra en Ucrania, que se encamina ya a su segundo aniversario.

Pero el ministro tiene asuntos concretos que resolver que conciernen a España. El primero de ellos, pero ligado con el conflicto en Oriente Próximo, es la crisis diplomática abierta con Israel a raíz de las declaraciones y la posición mantenida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita a la región.

El Gobierno de Benjamin Netanyahu decidió llamar a consultas a su embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon, el pasado 24 de noviembre y esta regresó a su país tras ello, sin que por el momento haya una fecha de regreso.

Aunque Albares comentó posteriormente que había hablado con su homólogo israelí, Eli Cohen, el 3 de diciembre, y que hay una «comunicación fluida» con el Gobierno israelí, por ahora la situación no parece reconducirse y ello pese a que la postura defendida por Sánchez, de condena a Hamás pero también de exigencia a Israel de que cumpla con el Derecho Internacional Humanitario y proteja a los civiles en Gaza, está en línea con la que expresan otros líderes internacionales.

REGRESO DEL EMBAJADOR ARGELINO

La crisis con Israel se abría casi al mismo tiempo en que la iniciada con Argelia en marzo de 2022 comenzaba a cerrarse. El Gobierno dio el pasado 14 de noviembre el plácet al nuevo embajador argelino en Madrid, Abdelfetá Daghmun, quien llegó a su puesto el pasado 21 de diciembre, justo el mismo día en que Albares se encontraba de visita a Rabat.

La vuelta del embajador se produce 19 meses después de que Argel retirara al anterior, Said Musi, al día siguiente de que Marruecos diera a conocer la carta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Mohamed VI en la que sostenía que el plan de autonomía marroquí para el Sáhara era «la base más seria, creíble y realista» para resolver el conflicto.

El enfado de Argelia no se quedó ahí y, en junio, tras ver que no había marcha atrás pese a la presión de todos los partidos por parte del Gobierno, el presidente argelino, Abdelmayid Tebune, suspendió el Tratado de Amistad con España. Asimismo, los intercambios comerciales quedaron reducidos a la mínima expresión, con el consiguiente impacto para las empresas españolas con intereses en Argelia.

La llegada del nuevo embajador supone un primer paso en un deshielo que todo apunta que será progresivo y del que ni Argel ni Madrid han querido dar explicaciones. No obstante, parece que habría sido determinante, además de la continuidad de Sánchez en Moncloa, la postura mantenida por este respecto al Sáhara ante la Asamblea General de la ONU y también su defensa de un Estado palestino y sus críticas a Israel en la crisis actual.

Así las cosas, dado que el Gobierno siempre ha mantenido que desea las «mejores relaciones» con Argelia y que su «mano está tendida», habrá que esperar a ver cuáles son los siguientes pasos de la otra parte, en particular si Tebune, que se enfrentará en 2024 a su reelección, decide retomar el Tratado de Amistad y si se retoman los contactos al más alto nivel.

LAS ADUANAS DE CEUTA Y MELILLA, AÚN SIN FECHA

Entretanto, la relación con el vecino Marruecos atraviesa su mejor momento, tal y como verbalizaron tanto Albares como el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, durante la visita del primero a Rabat el pasado 21 de diciembre.

La cita sirvió para reiterar la vigencia de la hoja de ruta pactada tras el encuentro entre Sánchez y Mohamed VI el 7 de abril de 2022 y ratificada en la Reunión de Alto Nivel (RAN) de febrero, cuya implementación sigue su curso según dijeron los ministros, que destacaron que los siete grupos de trabajo previstos han mantenido ya 15 reuniones.

Uno de los asuntos clave aún pendientes es la reapertura de la aduana de Melilla, que Marruecos cerró unilateralmente en 2018, y la apertura de una nueva en Ceuta. Tras la realización de tres pruebas piloto en enero, febrero y mayo, Albares aseguró en Rabat que por parte española no hacen falta más ensayos y que las aduanas podrían abrir ya.

Sin embargo, Burita aclaró que el Gobierno marroquí aún tiene algunos «problemas técnicos» que resolver, si bien recalcó que la decisión política está tomada y que Marruecos cumplirá con todo lo acordado. Con todo, sigue sin haber una fecha prevista aún para que las dos aduanas estén plenamente operativas con el segundo aniversario del acuerdo para su apertura cada vez más cerca.

También está por resolver la cuestión de la delimitación de las aguas territoriales en la fachada atlántica, de la que se encarga un grupo de trabajo. Respecto a este asunto, Burita dejó claro que en esta nueva etapa en la relación bilateral basada en la confianza y el respeto mutuo no habrá «medidas unilaterales» ni «acciones sorpresa» por parte marroquí y que las soluciones se encontrarán por la vía del diálogo.

ACUERDO SOBRE GIBRALTAR ANTES DE JUNIO

En otro orden de cosas, el acuerdo entre la UE y Reino Unido sobre Gibraltar será otro de los asuntos a resolver en 2024. Aunque España no es quien negocia con Londres, sino que la negociación la lleva a cabo Bruselas en nombre de los Veintisiete, sí tiene un papel preponderante en la misma y muchas de las cuestiones técnicas del futuro acuerdo las dirimen los dos gobiernos.

En este sentido, una vez superado el impás en el proceso negociador motivado por el adelanto electoral en España unido a las elecciones en Gibraltar en las que Fabian Picardo ha sido reelegido ministro principal, a lo que se ha sumado la llegada de David Cameron al Foreign Office, los contactos se retomaron a mediados de diciembre en Londres.

Previamente, ha habido un encuentro a nivel técnico entre los dos gobiernos en Málaga así como una primera reunión entre Albares y Cameron. Tras la misma, el ministro español reconoció que el uso compartido del aeropuerto de Gibraltar es uno de los flecos que siguen sin cerrarse, mientras que Londres ha optado por el silencio y no ha querido hablar sobre el estado de la negociación, más allá de expresar su voluntad de acuerdo.

No obstante, tanto Albares como Picardo han reconocido que las elecciones europeas de junio constituyen una fecha tope para llegar al acuerdo pero también un acicate para que la negociación se intensifique y permita cerrar el pacto, que tiene como base el memorándum firmado por Madrid y Londres la Nochevieja de 2020.

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