La Guardia Civil esclarece una trama de estafa en el alquiler de pisos turísticos en Cantabria

La Guardia Civil de Cantabria ha puesto al descubierto un grupo criminal supuestamente dedicado a estafar a propietarios de viviendas que se las cedían para ser gestionadas como alquileres vacacionales, hechos por los que se habían recibido 13 denuncias desde finales del verano de 2022 en Laredo, Limpias y Ampuero.

Una vez iniciada la investigación, se comprobó que los propietarios habían cedido la gestión de sus viviendas a una empresa domiciliada en Laredo, que resultó ser ficticia, y a cuyo frente se encontraba una mujer con la que realizaban los trámites, que ha sido detenida.

Esta se ofrecía gestionar las viviendas durante la época vacacional, encargándose de publicitarlas en plataformas de internet, contactar con los interesados, realizar contratos de alquiler, gestionar el cobro tanto de fianzas como de alquiles, así como del mantenimiento de las propiedades.

Para ello formalizaron un contrato, estipulando liquidar las ganancias al finalizar la temporada en septiembre u octubre de 2022, cobrando la mujer un porcentaje de los ingresos como administradora de la empresa.

Una vez finalizada la campaña estival, los diferentes propietarios intentaron contactar con esta persona, pero no consiguieron localizarla, ni cobrar por el uso de sus viviendas.

Durante la investigación, se pudo determinar que en el domicilio que figuraba en Laredo como sede de la empresa, no había nadie, ni se conocían movimientos que indicaran una actividad empresarial anterior.

La cuenta bancaria vinculada al cobro de los importes de los diferentes alquileres, entre mayo y octubre de 2022, tuvo movimientos por más de 127.000 euros, habiendo numerosas disposiciones de dinero en efectivo.

Ya este mes de diciembre se produjo la detención de la mujer, de 58 años, vecina de Guipúzcoa, que encabezaría la empresa ficticia, y se investiga a otras tres personas residentes en Vizcaya y Guipúzcoa, como presuntos autores o cooperadores en la trama.

La Guardia Civil no descarta que los presuntos autores de estos hechos pudieran haber cometidos otros similares en Vizcaya.