Cifuentes ruega a los diputados que las discrepancias ideológicas «no impidan la concordia» y que Madrid siga creciendo
La presidenta de la Comunidad de Madrid entre 2015 y 2018, Cristina Cifuentes, ha rogado a los diputados de la Asamblea que las discrepancias ideológicas «no impidan la concordia» y que continúen trabajando para que Madrid siga creciendo.
«Hoy quiero destacar mi privilegio de poder servir a los madrileños durante 27 años, 20 como diputada. Lo digo con orgullo, en 9 legislaturas», ha arrancado Cifuentes su intervención en el Pleno de homenaje a los 40 años de la Cámara de Vallecas.
La expresidenta ha reconocido su «emoción» por volver al Parlamento, ya que creía que no iba a volver a pasar y considera falsa la premisa de que «a los sitios donde fuiste feliz nunca hay que tratar de volver». «Hay que volver y el mayor número posible de veces», ha reivindicado Cifuentes.
En su intervención ha hecho un recorrido desde que llegara a esta institución como asesora cuando su sede estaba aún en el Caserón de San Bernardo en 1987 y cómo ha sido testigo, «como un niño», de su «nacimiento, desarrollo y consolidación».
Ha agradecido al expresidente Joaquín Leguina (1983-1995) su «dificilísima tarea» de poner en marcha una autonomía que «partía de cero», que era «accidental» al carecer de un «hecho diferencial». Ha destacado el trabajo de esos dos primeros parlamentos en los que tuvo la «suerte» de trabajar con ahora expresidente del Ejecutivo autonómico entre 1995 y 2003, Alberto Ruiz-Gallardón.
Sobre él ha destacado que es una de las personas «más inteligentes e íntegras» que ha conocido y le ha agradecido que sembrase la semilla de la «vocación de servicio público» que sentiría aumentar en 1991, cuando fue elegida diputada.
LOS AÑOS DE RUIZ-GALLARDÓN LOS RECUERDA COMO «APASIONANTES»
Los años de Ruiz-Gallardón los recuerda como «apasionantes» al aumentar las competencias regionales mientras se consolidaban las ya existentes y arrancaba la «gran transformación», que continuaría con su predecesora en el cargo Esperanza Aguirre (2003-2012), quien considera que le dio un «impulso extraordinario al crecimiento» de la autonomía. Luego llegaría su Presidencia, que ha recordado que «no completó» al dimitir tras estallar el conocido como caso máster .
Ha reivindicado los «40 años de andadura» y el trabajo de «varias generaciones» que han pasado por el parlamento autonómico, así como los funcionarios y personal laboral que «sin su esfuerzo no habría llegado tan lejos ni Madrid sería la comunidad que es».
Para terminar se ha dirigido a los diputados, a quien ha recordado que tienen una «responsabilidad inmensa» de «continuar con el crecimiento, consolidación y prosperidad» de la autonomía y les ha deseado el «mayor de los éxitos» tanto al Gobierno como a la oposición. Les ha pedido que mantengan la concordia y trabajen «sin descanso» porque «querer a Madrid es querer a España y trabajar por Madrid es trabajar por España».