Un tratamiento con células madre controla la glucemia en las personas con diabetes tipo 1
Un innovador tratamiento para la diabetes tipo 1 basado en células madre puede regular significativamente los niveles de glucosa en sangre y reducir la dependencia de las inyecciones diarias de insulina, según los nuevos resultados de un ensayo clínico de la Universidad de Columbia Británica (UBC) y Vancouver Coastal Health (VCH) de Canadá.
«Se trata de un paso importante hacia la cura funcional de la diabetes tipo 1», ha asegurado el investigador principal del ensayo, David Thompson, que ha añadido que «por primera vez, un dispositivo basado en células madre puede reducir la cantidad de insulina necesaria para algunos participantes en el ensayo con diabetes tipo 1. Con un mayor perfeccionamiento de este enfoque, es sólo cuestión de tiempo hasta que tengamos una terapia que pueda eliminar por completo la necesidad de inyecciones diarias de insulina.»
Los resultados, publicados en Nature Biotechnology , proceden de un ensayo clínico multicéntrico de una terapia celular experimental desarrollada por la empresa biotecnológica estadounidense ViaCyte que se está probando clínicamente en Canadá.
La terapia pretende sustituir las células beta productoras de insulina de las que carecen las personas con diabetes de tipo 1. Denominado VC-02, el pequeño implante médico contiene millones de células de islotes pancreáticos cultivadas en laboratorio, incluidas células beta, que proceden de una línea de células madre pluripotentes.
Los dispositivos -del tamaño aproximado de una tirita y no más gruesos que una tarjeta de crédito- se implantan justo debajo de la piel del paciente, donde se espera que proporcionen un suministro regulado y constante de insulina autosostenida a largo plazo.
«Cada dispositivo es como una fábrica de producción de insulina en miniatura. Las células de los islotes pancreáticos, cultivadas a partir de células madre, se empaquetan en el dispositivo para recrear esencialmente las funciones de regulación del azúcar en sangre de un páncreas sano. Esto puede tener enormes ventajas sobre el trasplante de células derivadas de donantes escasamente disponibles, dado que podemos crear un suministro prácticamente ilimitado», ha explicado el coautor, Timothy Kieffer.
El ensayo clínico se llevó a cabo en el Hospital General de Vancouver, con centros adicionales en Bélgica y EEUU. Diez participantes, cada uno de los cuales no tenía producción detectable de insulina al inicio del estudio, se sometieron a cirugía para recibir hasta 10 implantes de dispositivos cada uno.
Seis meses después, tres participantes mostraron marcadores significativos de producción de insulina y mantuvieron esos niveles durante el resto del estudio, que duró un año. Estos participantes pasaron más tiempo en un rango óptimo de glucosa en sangre y redujeron su consumo de insulina administrada externamente.
Uno de los participantes, en concreto, mostró una notable mejoría, con un aumento del 55 al 85 por ciento del tiempo que pasaba en el rango objetivo de glucosa en sangre, y una reducción del 44 por ciento en su administración diaria de insulina.
Los resultados son los últimos de una serie de ensayos clínicos financiados por la Red de Células Madre de Canadá y realizados por el equipo de la UBC-VCH.
Los ensayos pretenden acelerar el desarrollo y las pruebas clínicas de nuevas terapias basadas en células madre para los 300.000 canadienses que padecen diabetes de tipo 1. Se calcula que la diabetes cuesta 29.000 millones de dólares anuales al sistema sanitario canadiense.
En otro ensayo en curso, el equipo de la UBC-VCH está investigando si una versión del dispositivo que contiene células que han sido diseñadas genéticamente para evadir el sistema inmunológico, utilizando la tecnología de edición de genes CRISPR, podría eliminar la necesidad de que los participantes tomen medicamentos inmunosupresores junto con el tratamiento.
«Imaginamos un futuro en el que las personas con diabetes de tipo 1 puedan vivir sin inyecciones diarias de insulina y sin fármacos inmunosupresores. Ese futuro está ya al alcance de la mano, y Canadá lidera los esfuerzos por llevar estos novedosos tratamientos a los pacientes», concluye Thompson.