Saiz buscará rellenar la hucha de pensiones y mejorar las pensiones mínimas y no contributivas
La nueva ministra de Inclusión Social, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, se ha comprometido a seguir mejorando las pensiones mínimas y no contributivas, a incrementar la hucha de las pensiones y a culminar la regulación de la jubilación anticipada para las profesiones especialmente duras o penosas.
Así se ha pronunciado la nueva ministra de Inclusión Social, quien ha recogido la cartera del Ministerio de manos de José Luis Escrivá, el ministro del ramo en la anterior legislatura, durante un acto que ha tenido lugar este martes en la sede del Ministerio de la Seguridad Social.
La nueva ministra de Seguridad Social ha señalado que en esta legislatura será «clave» seguir desplegando la reforma de pensiones, el nuevo sistema de cotizaciones autónomos y los planes colectivos, «hitos muy relevantes» de la pasada legislatura.
Asimismo, ha señalado que buscará aumentar el diálogo con las distintas administraciones para reforzar la articulación territorial del sistema, en aras de una mejor vertebración institucional, y culminar con el objetivo del ministro Escrivá de desarrollar políticas sociales efectivas para ser implementadas en las políticas macroeconómicas y reglas fiscales de la Unión Europea, un objetivo que forma parte de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea.
Igualmente, en esta nueva etapa, Saiz ha indicado que desarrollará las modalidades nuevas de jubilación parcial o activa para dar más «flexibilidad y oportunidades» para una salida progresiva y voluntaria en el mercado de trabajo, así como reducir la brecha de género en pensiones. «Es esencial aprovechar la complementariedad entre los más jóvenes y mayores en el mercado de trabajo», ha indicado.
Durante la entrega de carteras, que ha contado con la presencia de José Luis Escrivá, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, y la presidenta de Navarra, María Chivite Navascués, Saiz ha agradecido tanto a su equipo como a su familia, y ha defendido su entusiasmo por hacer «política útil» para «cambiar la vida de las personas».
Por su parte, Escrivá ha dedicado unas palabras a Saiz asegurando que «va introducir el máximo rigor y capacidad de diseñar bien cada una de las políticas» porque viene de ser consejera de Economía y Hacienda en el gobierno autonómico de Navarra. «Los ministros y consejeros de Hacienda tienen unas responsabilidades tan grades entre manos que no les queda más remedio que hacer políticas aquilatadas, tengan la mayor evidencia detrás y tengan el mejor efecto a la sociedad», ha indicado.
Asimismo, Escrivá se ha despedido del Ministerio de Seguridad Social señalando que «ha sido una legislatura compleja» en la que se ha tenido que abordar la gestión del Ministerio en épocas de crisis, tales como la crisis del Covid-19 o la Guerra de Ucrania, pero que se ha hecho con «ambición».
«Tenemos motivos para sentirnos orgullosos. Tuvimos que gestionar la pandemia, que supuso para la Seguridad Social un reto extraordinario, hubo que poner en marcha Ertes, la Tesorería trabajó sin descanso para adelantar un sistema que tuvimos que ir acordando con los agentes sindicales cada cuatro meses, se puso en marcha la prestación para autónomos, que consiguió que un millón y medio de ellos estuviera protegido, el Ingreso Mínimo Vital, que protege ya a un millón y medio de personas, y todo esto lo hemos hecho trabajando conjuntamente con otros ministerios, agentes sociales y con instituciones europeas», ha concluido.
RETOS DEL MINISTERIO DE SEGURIDAD SOCIAL
El anterior ministro del ramo, José Luis Escrivá, llevó a cabo en la pasada legislatura varias reformas de calado para el sistema de pensiones, algunas con el concurso de los agentes sociales, y otras con el respaldo único de los sindicatos, que habrán de seguir desplegándose en el próximo periodo.
En la pasada legislatura, el Gobierno puso en marcha su reforma de pensiones en dos fases. La primera pata consagró la revalorización de las pensiones con el IPC, revisó el modelo de jubilaciones anticipadas e introdujo mayores incentivos para retrasar el retiro del mercado laboral al objeto de acercar la edad efectiva de jubilación a la edad legal.
En esta primera fase de la reforma, se eliminó el llamado factor de sostenibilidad de la reforma de 2013 del Gobierno del PP, que fue sustituido por el denominado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), cuya entrada en vigor se produjo este mismo año y con el que se estableció una sobrecotización inicial del 0,6%, que irá subiendo progresivamente hasta el 1,2% en 2029.
La segunda pata de la reforma de pensiones, aprobada en marzo de este año y centrada en la obtención de ingresos para garantizar la sostenibilidad del sistema, contempla subidas de bases máximas y cotizaciones, mejoras en las pensiones mínimas y el establecimiento progresivo, a partir de 2027, de un modelo dual para calcular la pensión, con la posibilidad de elegir entre los últimos 25 años cotizados o 29 años, descartando en este último caso los dos peores.
De acuerdo con esta reforma, desde el próximo año y hasta 2050, las bases máximas de cotización subirán anualmente con el IPC más una cuantía fija de 1,2 puntos, y las pensiones mínimas contributivas experimentarán, también desde 2024 y hasta 2027, una subida progresiva superior al IPC para asegurar que al final de dicho periodo no sean inferiores al umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos.