La violencia de género en Cantabria deja siete menores huérfanos y uno asesinado en los últimos 10 años
La violencia de género ha dejado en los últimos 10 años en Cantabria un balance de siete menores huérfanos tras el asesinato de su madre por su pareja o expareja y uno asesinado en acto de violencia machista, según un informe difundido hoy por UGT con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra el 25 de noviembre.
Según este informe, en el mismo período, desde 2013 hasta septiembre de 2023, en España un total de 428 menores se quedaron huérfanos y 49 fueron asesinados en actos de violencia machista, todos ellos menos cinco por su propio padre biológico.
Asimismo, recuerda que desde 2003 hasta el pasado mes de septiembre ya hay registradas 1.237 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, 11 de ellas en Cantabria, y advierte que este año «se rompe» la tendencia descendente desde 2019 y «se han disparado» los asesinatos, hasta una media de una asesinada cada seis días en España.
Matiza igualmente que sólo un 10% de las 52 mujeres asesinadas por violencia de género este año en España hasta septiembre contaban con una medida de protección oficial vigente y únicamente un 23% con una denuncia previa, cuando en 2022 este porcentaje aumentaba hasta un 40%.
Según el Consejo General del Poder Judicial, desde 2009 hasta 2022 se han acumulado en España más de 2 millones de denuncias por violencia de género en la pareja o expareja, más de 22.000 en Cantabria (22.792), subraya el informe del sindicato.
LIBRES DE VIOLENCIA EN EL TRABAJO
Por otro lado, el sindicato ha reafirmado su intención de insistir en su campaña En el trabajo, contra la violencia de género y en acabar con todo tipo de violencia contra las mujeres en el ámbito laboral y en estar libres de violencia en el trabajo.
UGT apela a la negociación colectiva para generalizar protocolos, planes de seguimiento y medidas contra el acoso sexual, el acoso por razón de sexo y otras formas de violencia en el trabajo, como el ciberacoso o las llamadas violencias digitales, de las que «no se cuenta con datos oficiales, pero sabemos que son prácticas que van extendiéndose cada día más», señala.
«El propio Parlamento Europeo reconoció en 2018 que el acoso sexual y el acoso sexista es un fenómeno habitual, normalizado, muy extendido y muy invisibilizado», destaca el informe de UGT, tras recalcar que «a esta falta de visibilidad se une la escasez de denuncias de estas formas de violencia que están más arraigadas en ambientes de condiciones laborales precarias».
Al margen del ámbito laboral, UGT insta a «ampliar la mirada para erradicar la violencia de género y todas las muchas formas de violencia machista» y reclama «un análisis interseccional de la violencia de género por la propia diversidad de la mujer».
En este sentido, el informe de la Vicesecretaría General de UGT agrega que la desigualdad entre mujeres y hombres tiene formas «muy variadas y vinculadas a distintas estructuras de opresión»; desde el capacitismo o discriminación contra las personas con discapacidad, la raza, la clase social hasta la confesión religiosa o la orientación sexual.
La vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas, que este miércoles participará en una jornada en Santander sobre la violencia de género, ha reiterado la condena del sindicato «a todas las violencias machistas de todo tipo y especialmente los asesinatos de las mujeres y sus hijos e hijas».