Gescooperativo apuesta por la renta fija ante escenario de normalización de los tipos de interés
Gescooperativo, brazo inversor de Caja Rural, considera que, tras las últimas pausas en los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y las bajadas de la inflación, surge ahora un «interesante escenario» marcado por la normalización de los tipos y la apuesta de invertir en renta fija.
Los expertos de la entidad apuntan en un informe que la normalización de la curva de tipos de interés vendría dada por una caída en las rentabilidades de los tramos cortos y el mantenimiento en los niveles actuales de las rentabilidades de los largos plazos, o bien «una ligera caída que sería muy inferior» a la que esperan para el tramo más corto de la curva.
Asimismo, han señalado que, de producirse esa normalización en las curvas soberanas, la pendiente de las mismas volvería a ser positiva, obteniendo así el inversor una mayor rentabilidad en los tramos largos que en los cortos, al tener menor certidumbre sobre el activo cuanto mayor es el plazo.
En esta coyuntura, desde la entidad aducen que los tramos cortos siguen tensionados y ofrecen hasta los tres años «una rentabilidad muy atractiva»; además, apuntan que en el momento en el que la inflación esté totalmente controlada y se empiece a hablar de bajadas de tipos, será un activo con un potencial de revalorización alto, al ser sensible al tipo oficial de intervención del BCE.
Como ejemplo de la volatilidad existente en el mercado y lo sensibles que son las curvas soberanas a los datos de inflación y previsiones de crecimiento, los expertos de la firma han recordado que el bono alemán a dos años cotiza ahora en torno al 3%, mientras que a diez años ofrece una rentabilidad del 2,63%, lejos del 2,96% que marcó a principios de octubre.
Por otra parte, el informe ha recordado que para entender el comportamiento futuro de las diferentes curvas soberanas se debe tener en cuenta que ahora entra en liza, además del crecimiento económico, la capacidad de los países de controlar su déficit fiscal y niveles de endeudamiento.
De su lado, Gescooperativo también ha mencionado la deuda corporativa para afirmar que «puede ser un activo muy interesante» de cara al año que viene al ofrecer mayores rentabilidades que la deuda pública y tratarse en su mayoría de compañías con balances saneados, márgenes operativos amplios y un bajo endeudamiento.