ECDC pide realizar «mayores esfuerzos» para reducir el uso innecesario de antibióticos
La resistencia a los antimicrobianos sigue siendo un desafío importante en la UE y el EEE, según ha señalado la directora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), Andrea Ammon, quien ve «imprescindible» realizar «mayores esfuerzos» para reducir el uso innecesario de antibióticos y mejorar las prácticas de prevención y control de infecciones para cumplir el objetivo de 2030 de recudir un 20 por ciento su uso.
El consumo total de antibióticos en humanos (sectores comunitario y hospitalario combinados) ha disminuido un 2,5 por ciento entre 2019 y 2022, lo que indica un lento progreso hacia este objetivo. Un «avance lento», después de reducciones sin precedentes en 2020 y 2021, el consumo se recuperó en 2022. «Esto podría indicar que los patrones de los virus respiratorios invernales, los contactos sociales, los hábitos de higiene y las prácticas de prescripción de antibióticos pueden ser ahora similares a los que eran antes de la pandemia de COVID-19», afirman.
Es alentador que se hayan producido mejoras notables en dos áreas: la incidencia total de infecciones del torrente sanguíneo por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) disminuyó un 12,2 por ciento entre 2019 y 2022, lo que se acerca al objetivo de reducción del 15 por ciento.
De manera similar, la incidencia de infecciones del torrente sanguíneo por Escherichia coli resistente a cefalosporinas de tercera generación disminuyó un 16,8 por ciento durante el mismo período, lo que indica que la UE ya ha cumplido el objetivo de reducción del 10 por ciento. «Estos avances reflejan una tendencia positiva a la hora de abordar la resistencia a los antimicrobianos dentro de la UE», advierten.
Sólo nueve Estados miembros de la UE han cumplido o superado el objetivo de que el 65 por ciento de consumo de antibióticos pertenezcan al grupo «Acceso», según la clasificación de antibióticos AWaRe de la OMS, lo que sitúa a la UE en general en un 59,8 por ciento. Los antibióticos de este grupo deberían ser la primera opción para las infecciones comunes, ya que contribuyen en menor medida a la aparición de resistencia a los antimicrobianos. «Se necesitan esfuerzos continuos en esta área para alinear los patrones de consumo con el objetivo recomendado», afirman.
El ECDC enfatiza la necesidad de intervenciones y acciones más fuertes para abordar la resistencia a los antimicrobianos en diferentes áreas, como el uso prudente de antibióticos, la prevención y el control de infecciones, la investigación y la innovación, la vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos y el consumo de antimicrobianos, y la implementación de planes de acción nacionales de One Health.