Belarra reprocha a Sánchez que hace falta «mucho más que palabras» en la investidura para apoyar a Palestina ante Israel
Vuelve a pedir romper relaciones con Netanyahu y diputados de Sumar portan pins con sandías, símbolo de apoyo a los palestinos
La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra, ha recriminado al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que se necesita «mucho más que palabras en una investidura» para apoyar a los palestinos y vuelve a reclamar que se rompan relaciones con Israel para «frenar su genocidio planificado» en Gaza.
Así lo ha trasladado mediante un mensaje en la red social X en relación a la intervención del candidato socialista en el Pleno de investidura en el Congreso, donde se ha comprometido durante esta legislatura para el reconocimiento del Estado palestino tanto en España como a nivel europeo, al tiempo que ha reclamado un «alto el fuego inmediato» en la Franja de Gaza y rechazado «la matanza indiscriminada de civiles».
«Necesitamos mucho más que palabras en una investidura para frenar el genocidio planificado que Israel está perpetrando en Palestina. Rompan relaciones diplomáticas, dejen de comprar armas, apliquen sanciones económicas. Es dolorosa la distancia entre esas palabras y la inacción», ha proclamado Belarra.
La formación morada ha criticado el papel de Sánchez y el PSOE en este conflicto mientras que ayer tanto la líder de Podemos como la ministra de Igualdad, Irene Montero, impulsaron junto a diversos cargos políticos a nivel internacional un escrito remitido al fiscal del Tribunal Penal Internacional el que exigen la detención del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para que sea juzgado por crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio contra el pueblo palestino.
SUMAR LLEVA UN SÍMBOLO DE APOYO A PALESTINA EN EL PLENO
Precisamente durante la sesión de investidura diputados de Sumar, incluida su líder Yolanda Díaz, han portado un pin de una sandía que se ha popularizado como símbolo de apoyo a la causa palestina.
La imagen de esta fruta se ha convertido en un icono de solidaridad con Palestina y se comenzó a popularizar tras la Guerra de los Seis Días de 1967 cuando Israel fijó como delito la exhibición pública de la bandera Palestina en Gaza y Cisjordania. Como forma de rebelarse ante esta prohibición, en las protestas se portaban sandías dado que recoge los colores de esta enseña.