La UE y 20 países acuerdan medidas de gestión para frenar la sobrepesca en el Mediterráneo y el Mar Negro

La Unión Europea y otros 20 países han acordado 34 medidas, 24 de ellas vinculantes para mejorar la gestión pesquera, abordar cuestiones climáticas y ambientales en el sector de la pesca y la acuicultura y mejorar el cumplimiento de la legalidad y alcanzar la conservación y la sostenibilidad de los recursos marinos, tanto en el Mediterráneo como en el Mar Negro.

Así se ha acordado la cuadragésimo sexta sesión la Comisión General de Pesquerías para el Mediterráneo de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) celebrada en Croacia.

En concreto, se han comprometido a garantizar la conservación y el uso sostenible de los recursos vivos marinos, así como el desarrollo sostenible de la acuicultura en el Mediterráneo y el Mar Negro.

La comisión es la organización regional de gestión pesquera con autoridad para realizar recomendaciones vinculantes para el desarrollo de la pesca y la acuicultura en el Mediterráneo y el Mar Negro.

La jefa de la unidad de gestión pesquera para el Mediterráneo y el Mar Negro, de la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea, Valérie Lainé, ha destacado que los datos obtenidos sobre el terreno muestran que los planes están marcando una «diferencia real hacia los objetivos de sostenibilidad». «Es muy alentador ver el impacto de los esfuerzos compartidos», ha celebrado.

En concreto, se ha acordado poner en marcha un Plan de Acción Regional para proteger especies vulnerables, incluidas aves marinas, cetáceos y tortugas marinas. Además, otras especies en peligro crítico de extinción, como la anguila europea y el esturión del Mar Negro han recibido mayores niveles de protección.

Asimismo, los firmantes han pactado una hoja de ruta para establecer un área de pesca restringida para proteger los frágiles montes coralinos Cabliers del Mar de Alborán y han lanzado una iniciativa a largo plazo para la descarbonización de la flota pesquera regional.

En cuanto a la acuicultura, a la que la FAO confiere una «importante dimensión ambiental», los países han presentado varias propuestas emanadas de varios países interesados en un desarrollo sostenible del sector.

Así, las partes quieren garantizar que el sector emplee una consideración clave para su desarrollo continuo, y una resolución para lanzar directrices que apoyen la implementación de programas de monitoreo ambiental en toda la región recibió un fuerte respaldo. Igualmente, se han reflejado en las nuevas decisiones los esfuerzos proactivos para reducir el uso del plástico y mejorar la gestión de residuos del sector.

Los participantes han formulado varias propuestas para la descarbonización del sector acuícola incluida la promoción de fuentes de energía sostenibles, técnicas de secuestro de carbono y métodos de producción de bajo impacto, así como el lanzamiento de un programa climático regional y un plan de adaptación para que el sector sea más resistente al cambio climático.

Del mismo modo, se han puesto en marcha dos programas permanentes de inspección y vigilancia para aguas internacionales, mientras que nuevos programas de documentación de capturas para el rodaballo del Mar Negro y el coral rojo del Mediterráneo, de importancia comercial, aumentarán la rendición de cuentas y contribuirán a la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).

Por otro lado, se ha creado un nuevo mecanismo para fomentar la cultura de cumplimiento en la región a través de la adopción de una decisión clave que permitiría al Comité de Cumplimiento identificar mejor los casos de incumplimiento y que puede poner en marcha acciones de prevención y mitigación y durante la reunión, según informa la FAO, se ha mostrado un «fuerte compromiso político» en relación con el establecimiento de un sistema regional de seguimiento y control de buques.

El secretario ejecutivo de la Comisión General de pesca, Miguel Bernal, ha destacado la adopción «exitosa» de un número «récord» de decisiones, algo por lo que los miembros «deben estar orgullosos», en su opinión.

«Por definición, elaborar planes para la conservación y el uso sostenible de los recursos marinos compartidos depende de la confianza y la colaboración entre muchas partes interesadas diferentes», ha comentado Bernal que está «encantado» con la actitud «ambiciosa» de los miembros.