La ONU denuncia una situación de «pura maldad» en Sudán y alerta del riesgo de una crisis prolongada
La organización reitera su llamamiento a las Fuerzas Armadas Sudanesas y las RSF para que «cumplan sus promesas»
La coordinadora humanitaria de la ONU para Sudán, Clementine Nkweta-Salami, ha denunciado este viernes que «lo que está sucediendo (en la región) roza la pura maldad» y ha advertido de que, si no se actúa «ahora», el país corre el riesgo de convertirse en una crisis prolongada» con «pocas esperanzas y menos sueños».
«Los civiles de Sudán han sufrido casi siete meses de intenso conflicto y una tragedia humanitaria que se vuelve más sombría cada día», ha lamentado la representante de la ONU en un comunicado, en el que ha expuesto que cuentan con informes «implacables y atroces» que atestiguan los casos de violencia sexual y de género, las desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias, así como las graves violaciones de los Derechos Humanos y de los niños cometidos en el país.
«La protección de los civiles sigue siendo motivo de gran preocupación», ha reconocido Nkweta-Salami, quien ha reiterado el llamamiento que hizo este miércoles al Ejército de Sudán y a las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) para que «cumplan las promesas» –proteger a los civiles y brindar acceso humanitario sin obstáculos– alcanzadas durante el diálogo en Arabia Saudí.
«Seguiré pidiendo a todas las partes en el conflicto de Sudán que cumplan con sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Humanitario. Esto no es opcional. Estos ataques deben cesar y los responsables deben rendir cuentas», ha sentenciado la coordinadora humanitaria regional.
Tras casi siete meses de conflicto, más de la mitad de la población sudanesa –unos 25 millones de personas– necesita asistencia y protección y alrededor de seis millones de personas han huido de sus hogares y se encuentran desplazadas dentro del país o en países vecinos, según la ONU. «No son sólo números; son individuos cuyas vidas han sido desarraigadas y cambiadas para siempre», ha reivindicado Clementine Nkweta-Salami.
Desde Naciones Unidas han alertado, además, de que «el sector de la salud ha sido diezmado y más del 70 por ciento de los centros de salud en zonas de conflicto están fuera de servicio», una situación que han descrito como «extremadamente preocupante, sobre todo teniendo en cuenta los continuos brotes de enfermedades como el cólera, el dengue, la malaria y el sarampión».
En este contexto, ha resaltado la institución, la falta de financiación se ha convertido en un elemento determinante. «Hasta ahora, hemos recibido poco más de un tercio de los 2.600 millones de dólares (unos 2.400 millones de euros) necesarios para la respuesta humanitaria de este año». «Los donantes han sido generosos; pero el pueblo de Sudán necesita un apoyo sostenido», se explica en la nota emitida este viernes.
«Además de los impedimentos y la financiación, mantener la atención del mundo es un desafío enorme. El mundo está acosado por crisis, muchas de las cuales atraen mucha más atención que la crisis en Sudán por una multitud de factores, pero no por la escala de la crisis o la profundidad de la miseria. En este sentido, la crisis de Sudán tiene pocos iguales», ha concluido Nkweta-Salami.