El PP reclamará el inicio de las sesiones de control al Gobierno en el Congreso tras la investidura de Feijóo
Gamarra cree que Armengol está promoviendo en el Congreso «más polarización, más división y más faltas de acuerdo»
La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha revelado este sábado que su grupo reclamará el inicio de las sesiones de control al Gobierno en el Congreso tras el Pleno de investidura de su líder, Alberto Núñez Feijóo, programado para la última semana de septiembre.
«La sesión de control al Gobierno es una obligación irrenunciable», ha proclamado la también secretaria general del PP en una entrevista con el programa Parlamento de RNE, recogida por Europa Press.
Es por ello por lo que Gamarra ha apuntado que el Congreso deberá comenzar a controlar al Ejecutivo tras la investidura de Feijóo, bien sea a un «nuevo Gobierno» o bien al Gobierno en funciones que encabeza Pedro Sánchez. «Ésa debe ser la clave del funcionamiento normal de las instituciones» y, en concreto, del Poder Legislativo, ha remachado.
El Congreso presentó un conflicto de atribuciones ante el Tribunal Constitucional tras la negativa del Ejecutivo de Mariano Rajoy a someterse al control de la Cámara durante la legislatura corta de 2016, que acabó en una repetición electoral por la imposibilidad de un acuerdo para la investidura.
En 2018 el Alto Tribunal dio la razón a la Cámara recalcando que el hecho de que un Gobierno esté en funciones no impide la función de control de las Cámaras, ya que en la medida en que el Gobierno sigue desarrollando actividad, ésta no puede quedar exenta del control de las Cortes Generales, sin perjuicio de que la función de control habrá de adecuarse a la propia situación del Gobierno en funciones.
A diferencia de lo que ha hecho Vox, el PP no ha reclamado en todo este tiempo el control al Ejecutivo en funciones, a la espera de concretar si su presidente conseguía reunir los apoyos necesarios para sacar adelante su investidura, algo que parece improbable teniendo en cuenta que, hasta la fecha, sólo le han traslado su apoyo Vox, UPN y Coalición Canaria.
NO TENER MÁS APOYOS NO ES UN «FRACASO»
Si no hay sorpresas de última hora, Feijóo llegará a su debate de investidura con 172 escaños, a cuatro de la mayoría absoluta. Sin embargo, Gamarra ha rechazado que esto sea visto como un «fracaso», sobre todo, argumenta, porque el PP ha ganado las elecciones del pasado 23 de julio con una diferencia de 16 escaños sobre el PSOE, la segunda fuerza política.
De hecho, defiende que esos 172 escaños que respaldan a Feijóo permitirían «perfectamente» afrontar una legislatura «si otras fuerzas políticas no la bloquearan» para que en los próximos cuatro años se pudiera poner solución a «los grandes problemas que tiene España».
El PP, ha subrayado Gamarra, está a tan sólo cuatro escaños de una mayoría absoluta pero está «muy lejos de una amnistía, muy lejos de un referéndum de autodeterminación, muy lejos de la ruptura del principio de igualdad, muy lejos de legitimar los hechos que acontecieron en nuestro país en el año 2017 (en Cataluña) y muy lejos de considerar que en nuestro país no hay una democracia y hay presos políticos».
De ahí la movilización contra la amnistía convocada por el PP el en la plaza Felipe II de Madrid para el próximo 24 de septiembre, en la que los ciudadanos que se acerquen podrán conocer que el proyecto de Alberto Núñez Feijóo, un proyecto, ha recalcado, que no está dispuesto a ceder a «ningún chantaje» de los independentistas. «No estamos dispuestos a cruzar ese rubicón para llegar al Gobierno», ha apostillado.
ARMENGOL SE APARTA DE LA LEGALIDAD
A Gamarra también se le ha preguntado sobre que el hecho de que los diputados vayan a poder hacer uso de las lenguas cooficiales distintas al castellano en el Congreso a partir ya de próximo martes, antes de que se apruebe la reforma del Reglamento impulsado por el PSOE, Sumar, PNV, ERC, Bildu y el BNG.
Una decisión adoptada por la Mesa del Congreso –donde el PSOE y Sumar tienen mayoría– con la oposición del PP, que ya presentó esta semana un escrito de reconsideración para tratar de frenar ese acuerdo que, a su juicio, contraviene la ley.
«El respeto a la ley no es una opción, es una obligación, es algo que no puede estar en cuestión, y si alguien no puede ponerlo en cuestión es la propia presidenta del Congreso», ha señalado Gamarra, quien espera que Francina Armengol no empiece su primer Pleno «apartándose de la legalidad» por cumplir con el compromiso que ella y el PSOE adquirieron para ser elegida presidenta de la Cámara.
Gamarra ha remarcado que en toda reforma del Reglamento del Congreso se ha buscado hasta el momento «el mayor consenso posible, e incluso la unanimidad de todos los grupos», «y romper eso es romper al final la convivencia y dar además una señal de cuál es el camino». «El camino de todavía más polarización, más división y más faltas de acuerdo, que es lo que está promoviéndose desde la propia Presidencia del Cámara», ha denunciado.