Urkullu insiste en que su propuesta «invita a hablar» y en la voluntad necesaria para asumir la realidad plurinacional

El Lehendakari apela a recuperar «el espíritu de lo que pretendió y no acabó siendo» la Transición en el Estado

SAN SEBASTIÁN, 5

El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha insistido en que su propuesta de convención constitucional «invita a hablar» y en la necesidad de «voluntad» para «asumir la realidad plurinacional del Estado» ya que, en su opinión, «persisten, y se manifiestan, serias dificultades para aceptar con una cierta naturalidad democrática la pluralidad de identidades y sentimientos de pertenencia nacional».

Además, ha apelado a recuperar «el espíritu de lo que pretendió y no acabó siendo» la Transición en el Estado, al tiempo que ha destacado que el modelo territorial establecido por la Constitución española de 1978 está «claramente inacabado».

Urkullu ha clausurado este martes en San Sebastián, acompañado de la consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, el Curso de Verano de la UPV/EHU Retos del Federalismo y el Sistema Autonómico Español , donde ha destacado que el escenario abierto tras las elecciones generales del 23 de julio «vuelve a situar los retos delfederalismo y el sistema autonómico en el centro de la actualidad». «Un reto y una oportunidad», ha añadido.

En su intervención, ha defendido que a propuesta de Convención Constitucional supone «una oportunidad para la reflexión compartida, la revisión del modelo de Estado y el pacto». «Las democracias liberales presentes en nuestro entorno se han construido y se siguen pensando desde la óptica de los Estados, y planteo una óptica distinta, complementaria», ha sostenido.

De este modo, Urkullu ha asegurado que conceptos como «realidad nacional», «soberanía popular» o «pluralismo», «sugieren interpretaciones y consecuencias distintas» y ha insistido en que su propuesta «invita a hablar».

Así, ha señalado que, en el debate sobre federalismo plurinacional, una de las «cuestiones primordiales» estriba en el reconocimiento de las distintas colectividades nacionales, y también «en el respeto y protección de su Autogobierno en marcos que pueden ser estatales como supra estatales, es el caso de Europa».

Por ello, ha afirmado, que en el caso del Estado, no ve inconveniente en «progresar desde una proyección del modelo territorial, claramente inacabado, establecido por la Constitución española de 1978», al tiempo que ha destacado que no ve en la Constitución «expresada referencia alguna a que el Estado español sea un Estado Federal».

«Como Lehendakari, he planteado y seguiré planteando propuestas de reflexión y alternativas para el debate sobre el modelo de Estado, debates encaminados a una reforma real que venga a recuperar el espíritu de lo que pretendió, y no acabó siendo, la Transición en el Estado», ha subrayado.

«ESPÍRITU DE LA TRANSICIÓN»

Además, ha señalado que el espíritu de la Transición pasaba, como viene recogido en la propia Constitución, por Comunidades Autónomas comunes y realidades nacionales históricas. «Esta diferenciación identifica a las Comunidades Históricas que contamos con una realidad propia de Autogobierno anterior a la Constitución de 1978, esto es Euskadi, Cataluña y Galicia», ha señalado.

En este sentido, ha resaltado que, en el caso de Euskadi, «así está recogido en la Disposición Adicional Primera de la Constitución, así como en la Disposición Adicional única del Estatuto de Gernika», ha recordado.

El Lehendakari ha recordado que el reconocimiento político de la realidad plurinacional del Estado es la cuestión más decisiva «aún sin resolver» y para afrontar esta situación ha propuesto la Convención Constitucional «como herramienta que permita acordar el significado y alcance del carácter plurinacional del Estado, mediante el diálogo, la negociación y el acuerdo».

«Se vislumbran muchas formas de seguir dando pasos. Ahora bien, hay que querer darlos. Es necesaria la voluntad, en primer término, para asumir la realidad plurinacional del Estado», ha afirmado el mandatario vasco, quien ha apuntado que existe «dificultad o resistencia que impregna los símbolos, la lengua, las instituciones, los procesos políticos de decisión colectiva y, desde luego, la distribución territorial de poderes».

A su entender, «no pasa nada por aceptar que hay diferentes opiniones y sentimientos». «No se trata de compartirlo, sin más, sino de respetarlo. Y, por supuesto, de buscarle un cauce de desarrollo pactado», ha aseverado.

Para el Lehendakari, «no parece fácil que el Estado de las Autonomías, en su actual desarrollo, basado en la non nata LOAPA, lo que lleva a algunos actores políticos a interpretarlo como un Estado «descentralizado» sin tan siquiera hacer mención a Estado de las Autonomías, que el Estado pueda acercarse a un proceso federalizante».

En su opinión, «confundiendo la defensa de la Constitución con un determinado concepto de unidad-uniformidad de España, se pervierte la génesis y el espíritu de la Transición. Un espíritu que pasaba, como viene recogido en la propia Constitución, por Comunidades Autónomas comunes y realidades nacionales históricas».

REALIDAD PLURINACIONAL

Iñigo Urkullu ha reiterado que «la cuestión más decisiva, y que se encuentra aún sin resolver, es el reconocimiento político de la realidad plurinacional del Estado» y ha insistido en que ha propuesto la figura de la Convención Constitucional «precisamente como herramienta que permita acordar el significado y alcance del carácter plurinacional del Estado, mediante el diálogo, la negociación y el acuerdo».

Finalmente, ha propuesto «reflexionar sobre aquello que dificulta y aleja el modelo de Estado español de las federaciones liberales de los países desarrollados: una incierta separación de poderes legislativos; un poder judicial que sigue los parámetros de un Estado unitario ajeno al modelo autonómico; un Senado que no puede ser considerado como una Cámara de representación territorial; y el hecho de que las Comunidades Autónomas no son consideradas como actores políticos en relación con las instituciones de la Unión Europea».

Por todo ello, ha concluido señalando que el resultado de este proceso «no está escrito» y «vendrá de la mano del acuerdo» y ha añadido que para ello «tenemos que atrevernos, sin miedos».