Miguel Ángel Hernández: «El arte es lo que permite una segunda vida de los que ya no están»
Para el autor de Anoxia , «si dejamos el recuerdo solo a las máquinas acabaremos perdiendo la memoria»
El escritor murciano Miguel Ángel Hernández ha defendido este martes que «el arte es lo que permite una segunda vida de los que ya no están», ya sea una imagen, una fotografía o un cuadro, o incluso la palabra dado que, ha señalado, como dice Susan Sontag, «la memoria es lo único que nos permite comunicarnos con los muertos».
Así lo ha defendido el ensayista y crítico de arte este martes en rueda de prensa, con motivo de su participación esta tarde en los Martes Literarios de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, en donde presentará su última novela, Anoxia , en la que aborda la muerte y el poder de las imágenes, como las fotos post mortem , para «curar heridas».
Al respecto, ha explicado que estas fotografías de difuntos fue una práctica cotidiana en el siglo XIX, pero han vuelto a circular porque «hacen bien hoy todavía», sobre todo después de la pandemia del Covid, cuando mucha gente ha muerto sola y otros muchos no han podido enterrar a sus familiares.
En este punto, ha indicado que hay «varios ensayos» que hablan de esa necesidad de la imagen para «curar heridas y hacernos cargo de algo que es inimaginable, que es que perdemos a quien más queremos».
En Anoxia (2023), aborda la posibilidad de recuperar esa tradición de la fotografía post mortem , que trata de «naturalizarla» y se articula en torno a «la necesidad que tenemos de tener una última imagen de aquellos que ya van a dejar de estar con nosotros» y la protagonista, que esta superando un duelo, la muerte de su marido.
Se trata de su cuarta novela tras Intento de escapada (Premio Ciudad Alcalá de Narrativa), El instante de peligro (finalista del Premio Herralde de Novela) y El dolor de los demás (Premio Libro Murciano del Año); en donde hay una constante en todas ellas: «El arte es lo que permite una segunda vida de los que ya no están», ya sea una imagen, una fotografía o un cuadro, o «incluso la palabra».
El profesor de Historia del Arte en la Universidad de Murcia ha apuntado que la novela es también «un duelo» por la fotografía analógica, dado que «hoy las imágenes han dejado de ser vehículo de memoria para convertirse en vehículo de actualidad», que se miran con «pasividad» y «ya no tienen que ver con el rescate de momentos importantes, sino son compartir el instante y luego desaparecen.
Sin embargo, la novela invita a ser conscientes de que las imágenes «importan» y que, mientras hay algunas que «nos hacen bien y que nos curan», otras que provocan «todo lo contrario» y nos llevan también a «la rabia» y «la movilización».
Asimismo, ha añadido que la fotografía es arte, que en ocasiones se utiliza con ayuda de la máquina, si bien cree que la inteligencia artificial «no puede sustituir del todo lo humano». «Si dejamos el recuerdo solo a las máquinas acabaremos perdiendo la memoria», ha advertido.
CRÍTICA A LA CRISIS ECOLÓGICA DEL MAR MENOR
Anoxia también analiza un trasfondo social y ecológico, el «desastre» del Mar Menor tras las lluvias e inundaciones, donde se desarrolla la novela.
En este punto, ha apuntado que la popular imagen de miles de peces muertos a las orillas del Mar Menor es también una fotografía post mortem .
Miguel Ángel Hernández ha censurado que el capitalismo ha convertido a la naturaleza en «un almacén de recursos», y la contaminación inmobiliaria y la agricultura extensiva han ido «minando» la fauna y el ecosistema del Mar Menor.
Al respecto, ha explicado que el título de su última novela está relacionado con los episodios de anoxia que se producen en el Mar Menor, que hacen que los peces tengan que subir a la superficie en búsqueda de oxígeno y mueren.
A su juicio, se trata de un proceso «difícil» de revertir si no se cambia el sistema de agricultura y de explotación turística, y no se vuelve a un sentido de explotación de la tierra previo a la industrialización, «más humano».