El FIS homenajea a Teresa Berganza con un concierto de la soprano Auxiliadora Toledano
La figura de Teresa Berganza protagonizará este martes, 22 de agosto, la tercera y última cita del Ciclo de Grandes Mujeres que el Festival Internacional de Santander y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo han programado en esta edición del FIS.
El homenaje será con un concierto a cargo de la soprano Auxiliadora Toledano, quien estará acompañada al piano por Julio Alexis Muñoz, a partir de las 20.30 horas en la Sala Pereda del Palacio de Festivales.
La actuación se acompañará de la proyección de un documental sobre la mezzosoprano, que falleció el año pasado. Titulado Estrellas españolas de la ópera. Teresa Berganza , ha sido escrito y dirigido por José Luis Font y presentado por Fernando Rey.
El programa musical elegido para recordar a Berganza incluye obras de Barcieri, Leoz, Granados, Turina, Toldrá, De Falla, Sorozábal, Chueca, Velarde y Vives, informa el FIS.
Con este ciclo se ha hecho un reconocimiento a tres mujeres imprescindibles en la música española y en el FIS: Alicia de Larrocha, Victoria de los Ángeles (1923-2005) y Teresa Berganza (1933-2022).
TERESA BERGANZA
Nacida en Madrid, Teresa Berganza se formó en estudios de piano, armonía, música de cámara, composición, órgano y violonchelo, y cumplió durante este período su meta de conseguir el bene fundata est domus iste .
Se dedicó al canto, un arte que ella definió como «un árbol frondoso plantado en las orillas del río de la vida». Y consiguió marcar la interpretación operística del siglo XX, «recuperando músicas, e inventando nuevas maneras de verlas».
Alumna de Lola Rodríguez de Aragón, se vinculó definitivamente al canto, disciplina en la que se graduó con el premio fin de carrera y el Lucrecia Arana.
Representante eximia de la denominada Generación del 51 y, por ello, miembro de la generación que a partir de 1958 comenzó a mover la música española de la quietud en que la habían sumido las circunstancias de la postguerra, Berganza es «la demostración palpable de que aquello no fue una aventura pasajera, y que esta generación no sólo actuó en la creación, sino también en la interpretación».
La intérprete participó en varias películas desde su infancia, así como en grabaciones de zarzuela desde los años cincuenta y también desde su juventud se dedicó al recital, con la inclusión del lied alemán y la canción francesa.
Berganza debutó de manera oficial en el Ateneo de Madrid, el 16 de febrero de 1957, con el primero de una serie de recitales en los que interpretó el ciclo de Schumann Amor y vida de mujer.
Su debut escénico fue con el papel de Trujamán para El retablo de maese Pedro de Falla en el Auditorium de la RAI en ese mismo año, aunque su auténtico debut escénico se produjo, también en 1957, en el Festival de Aix en Provence en el papel de Dorabella de Così fan tutte.
En 1958 tuvo lugar su célebre aparición como Cherubino en Glyndenbourne, y su presentación en América en la Ópera de Dallas con la Medea de Cherubini, acompañada por María Callas y Jon Vickers.
Los años siguientes fueron una sucesión de éxitos y debuts en los centros operísticos más importantes del mundo, destacando su presencia en la Ópera de Viena en 1959, con Las bodas de Fígaro, bajo la dirección de Karajan. Con esta obra se presentó en el Royal Festival Hall dirigida por Giulini.
En los sesenta, el Festival de Aix en Provence le abrió de nuevo sus puertas para debutar como Dido en Dido y Eneas de Purcell, iniciando su aportación a la ópera barroca, a la que se sumó la Orontea de Cesti en Milán, Alcina de Haendel, llevada al disco, o La incoronazione di Poppea de Monteverdi en Aix en Provence.
Debutó en la Lyric Ópera de Chicago en 1962 como Cherubino, año en el que Nueva York cayó a sus pie en el Carnegie Hall, y uno después debutó en el Covent Garden con Solti en Cherubino y participó en un Barbero de Sevilla junto a Kraus y Boris Christoff.
Destaca además que el Metropolitan le abrió sus puertas con Bodas de Fígaro y la Scala también caía a sus pies con Barbero de Sevilla dirigido por Abbado. De este éxito vendría algo después su grabación, convertida en uno de los iconos de los rossinianos.
Berganza llegó al canto apoyada en unas dotes naturales «excepcionales», pero planteándose su oficio como «otra manera de conocer el mundo» y como «una batalla desde el corazón y la inteligencia», dos elementos esenciales para conducir a un artista.
La diva no se limitó a cantar bien, sino que se encontró con sus autores favoritos, sobre todo Rossini y Mozart, pero también con Handel, Bizet, García, o con Toldrá, Granados, Turina, Falla y García Abril, convencida de la trascendencia de su misión y desde una exigencia radical.
Los Marcos Históricos del FIS tendrán lugar en la iglesia de San Juan y Santa Basilisa, de Isla, que acogerá a partir de las 21.00 horas el concierto de Conductus Ensemble. Dirigida por Andoni Sierra, ofrecerá un programa con Motetes y Cantatas de Bach.