La recanalización de las trompas de Falopio mejora la tasa de embarazo hasta en el 41% de las pacientes
Un 41 por ciento de las pacientes intervenidas mediante la recanalización de las trompas de Falopio se han quedado embarazadas en el primer año tras la intervención, según los datos de la Unidad de Fertilidad de la Clínica Universidad de Navarra.
La recanalización de las trompas de Falopio es una técnica efectiva y segura cuyo resultado ha sido evaluado y analizado por el equipo médico de la Clínica y publicado en la revista Interventional News .
La obstrucción de las trompas de Falopio, que se puede producir por diversas causas y patologías, supone hasta un 35 por ciento de los casos de infertilidad en las mujeres. Por ello, tratar estas obstrucciones y reestablecer la integridad del circuito natural entre el útero y la trompa es fundamental para posibilitar el embarazo.
En muchos casos, estas pacientes con obstrucción tubárica son derivadas directamente hacia técnicas de fecundación in vitro. Sin embargo, existen alternativas con un enfoque restaurativo y de reconocimiento natural de la fertilidad que ofrecen unas tasas de efectividad tanto o más elevadas.
De hecho, la recanalización tubárica por Radiología Intervencionista es la técnica de elección cuando las trompas están obstruidas, ya que se trata de un procedimiento ambulatorio con muy bajo riesgo de efectos secundarios.
«Es una de las técnicas más clásicas y sencillas de Radiología Intervencionista en la que, guiados por imagen radiológica, restauramos la permeabilidad de la trompa mediante un catéter. Por seguridad y confort de la paciente, se lleva a cabo en quirófano y con una sedación similar a la de una colonoscopia, con un éxito en la recanalización por encima del 90 por ciento de los casos y con una tasa de complicaciones, todas ellas leves, de menos de un tres por ciento», según destaca el especialista en Radiología Intervencionista de la Clínica Universidad de Navarra, el doctor Alberto Alonso.
Se trata de un procedimiento ambulatorio de una hora de duración aproximada, que se puede llevar a cabo en el mismo día en que, dentro del estudio inicial de diagnóstico de infertilidad, se realiza la valoración para ver la permeabilidad de las trompas (técnica conocida como histerosalpingografía). Si se confirma la obstrucción, se procede a la recanalización en el mismo momento.
El Programa de Ayuda a la Fertilidad de la Universidad de Navarra está formado por un grupo multidisciplinar de especialistas que incluye ginecólogos, enfermeras, biólogos, endocrinólogos, urólogos y radiólogos intervencionistas, que trabajan juntos para ayudar a las parejas a conseguir un embarazo que no llega. El equipo trabaja con un enfoque reparador de la patología subyacente y con una perspectiva centrada en la persona y respetuosa con el embrión.
El diagnóstico preliminar se lleva a cabo mediante un estudio personalizado de cada paciente, tanto de su ventana fértil como de los posibles motivos que dificultan el obtener la gestación.
«Entre las pruebas iniciales se incluye el estudio de la permeabilidad tubárica a todas las pacientes. En aquellos casos en que se sospecha obstrucción tubárica, referimos nuestra paciente a la Unidad de Radiología Intervencionista para valorar la posibilidad de llevar a cabo una recanalización», añade el responsable de la Unidad de Fertilidad y director del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra, el doctor Luis Chiva.
Con cerca de 1.000 pacientes seguidas en la Unidad en los últimos años, la tasa global de obtención del embarazo se sitúa en el 41 por ciento.