El presidente de Portugal deriva al Constitucional la ley que despenaliza el consumo de drogas sintéticas
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha rechazado promulgar la ley que despenaliza el consumo de drogas sintéticas, adoptada en julio en el Parlamento, a la espera de un pronunciamiento del Tribunal Constitucional, a quien interpela alegando una supuesta falta de consultas con autoridades regionales.
En su carta al Constitucional, Rebelo de Sousa asegura que no se ha consultado a las autoridades de Madeira y de las islas Azores antes de adoptar una reforma que parte de sendos proyectos promovidos desde el Partido Socialista (PS) y desde el opositor Partido Social Demócrata (PSD).
El jefe de Estado afirma que los «nuevos tipos de drogas» tienen especial incidencia en estas dos regiones y apunta que las autoridades locales serán clave para aplicar la reforma, según una nota de la Presidencia. Todo ello al margen de las «reservas» que reconoce tener sobre el contenido de la nueva regulación. Rebelo de Sousa, conservador, ya se ha opuesto en el pasado a otras medidas impulsadas por el Gobierno de António Costa, entre ellas la ley de eutanasia.
La reforma sobre drogas equipara las nuevas sustancias a las clásicas, de tal manera que la posesión destinada al consumo deje de ser considerada delito, sin criterio alguno relativo al número de dosis.