El Ibex 35 sube el 0,7% en la semana pero no consigue aguantar el nivel de los 9.500 puntos
El Ibex 35 ha concluido la semana con una subida del 0,7%, hasta situarse en los 9.434,3 puntos, y ha retomado así los ascensos después de haberse desplomado un 3,27% la pasada semana como consecuencia de la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de la agencia Moody s.
De esta manera, el principal índice del mercado español ha sumado 65,9 puntos, hasta situarse en los mencionados 9.434,3 enteros, cerca de los máximos del año que alcanzó hace dos semanas, al filo de los 9.700 puntos. En lo que va de año, el indicador acumula una revalorización del 14,65%.
La semana ha estado marcada por dos eventos: el anuncio del impuesto a los beneficios extraordinarios de la banca por parte del gobierno italiano y el repunte, menor de lo esperado por los analistas, de la inflación estadounidense en julio.
El ejecutivo italiano anunció el pasado martes un impuesto del 40% sobre los beneficios extraordinarios de los bancos, lo que provocó que las plazas europeas, lastradas por los valores bancarios, cayesen con fuerza, aunque al día siguiente el gobierno reculó y limitó el gravamen sobre los ingresos extraordinarios al 0,1% de los activos de cada banco, lo cual generó un rebote importante en la amplia mayoría de la industria, ha señalado el analista de XTB, Manuel Pinto.
Al día siguiente, las bolsas se vieron impulsadas al alza por el dato de inflación de Estados Unidos en julio que, aunque repuntó hasta el 3,2%, la subida fue menor de la esperada por el consenso y motivó a los inversores a pensar que no habrá más subidas de los tipos de interés, ha recordado Pinto, por lo que el Ibex consiguió cerrar en la cota de los 9.500 puntos.
Sin embargo, el Ibex -así como sus homólogos europeos- ha registrado una corrección este viernes tras conocerse que el índice de precios de consumo (IPC) en España aumentó un 0,2% en julio en relación al mes anterior y elevó cuatro décimas su tasa interanual, hasta el 2,3%, debido, principalmente, a la subida de los precios de carburantes y también al encarecimiento de los alimentos, que escalaron cinco décimas hasta el 10,8%.
Con todo, en la semana ha sido visible el volumen de negociación propio de periodos vacacionales, y es que tanto el lunes como el miércoles el Ibex registró una negociación inferior a los cien millones de acciones.
En ese contexto, a la hora de analizar el desempeño semanal, ha destacado Fluidra (+4,1%); BBVA (+3,7%); Rovi (+3,31%); Telefónica (+2,8%), que alcanzó un acuerdo comercial con Starlink, propiedad de Elon Musk, y Repsol, que ha sumado un 2,47% gracias al ascenso del crudo en los mercados internacionales (el barril de Brent subía más del 1% y cerraba la semana en torno a los 87 dólares, máximos desde noviembre de 2022).
En el extremo contrario, el valor más bajista en la semana ha sido ArcelorMittal (-2,19%), por la desaceleración de la economía asiática, ha apuntado Pinto; seguido de Inmobiliaria Colonial (-2,11%) y Acciona y Merlín Properties (-1,89% cada una).
En el panorama europeo, sólo Paris, al igual que Madrid, ha conseguido subir un 0,34% en la semana, en tanto que Londres se ha dejado un 0,52%; Fráncfort un 0,75% y Milán un 1,09%.
En el mercado de materias primas, además del crudo Brent, el barril del petróleo de Texas (WTI Intermediate) se encarecía el 1% y se situaba en los 83,67 dólares, en tanto que gas natural TTF ha cerrado con una subida del 20%, hasta los 35,7 euros por megavatio (MWh), aunque ha llegado a situarse en la semana cerca de los 40 euros, por la probable huelga de trabajadores en dos yacimientos de gas en Australia.
En cuanto a las divisas, el euro se apreciaba el 0,13% en la semana respecto al billete verde , a 1,0963 dólares, mientras que el interés de la deuda española a largo plazo ha cerrado en el 3,626% tras sumar cuatro puntos básicos respecto al cierre del pasado viernes y la prima de riesgo (el diferencial con el bono alemán) quedaba en los 100,6 puntos.
CAÍDA DEL 0,71% EN LA ÚLTIMA SESIÓN
El Ibex ha registrado este viernes una corrección del 0,71%, hasta situarse en los 9.434,3 puntos, tras el fuerte rebote de este jueves -subió un 1,58%- con casi todos sus componentes cerrando en pérdidas.
La plaza española ha navegado en las pérdidas durante toda la sesión, aunque más bien eran ligeras y permitían al selectivo permanecer cerca de los 9.500 puntos hasta la apertura de Wall Street (sus índices cotizaban con signo dispar a la hora de cierre este viernes), momento en el que los descensos se intensificaron.
Precisamente en Estados Unidos se ha publicado este viernes que la producción industrial de julio en tasa interanual subió más de lo esperado, hasta el 0,8%, si bien la confianza del consumidor de Michigan en agosto empeoró menos de lo esperado.
En esa coyuntura, los mayores descensos del Ibex en la sesión de este viernes han sido para Fluidra (-2,11%); Merlín Properties (-1,89%); Acciona (-1,71%); Solaria Energía (-1,7%); Colonial (-1,68%) e Inditex (-1,54%).
Por contra, sólo cuatro valores han cerrado esta jornada con avances: ACS (+0,09%); BBVA (+0,2%); Caixabank (+0,34%) y Bankinter (+1,43%).
El resto de índices europeos también ha cosechado descensos de diversa consideración este viernes (lo que ha propiciado que la mayoría retroceda en el cómputo semanal): Fráncfort ha bajado el 1,03%; Milán el 1,05%; Londres el 1,24% y el París el 1,26%.
CLAVES DE LA PRÓXIMA SEMANA
La próxima semana el protagonismo recaerá sobre los datos de inflación en Europa, que apuntan a ser claves para conocer los próximos pasos del Banco Central Europeo (BCE), mientras que en el Reino Unido estos mismos resultados se publicarán el miércoles, ha señalado Manuel Pinto.
En Estados Unidos se conocerán el miércoles los permisos de construcción y las actas de la última reunión de la Reserva Federal (Fed), mientras que el día previo será el turno de las ventas minoristas.
A nivel empresarial, con la temporada de resultados empresariales dando sus últimos coletazos, destacará la presentación de resultados de compañías como Home Depot o Walmart, que podrían darnos signos sobre la evolución y la expectativa futura en el consumo y gasto real de los hogares, ha apuntado Pinto.