Las pérdidas globales por catástrofes naturales hasta junio alcanzan los 110.000 millones, según Swiss Re
Las pérdidas económicas a nivel global causadas por catástrofes naturales alcanzaron los 120.000 millones de dólares (109.300 millones de euros) en el primer semestre de 2023, lo que supone un descenso del 2,4% respecto al año pasado, según un informe elaborado por Swiss Re.
Respecto a la media de los últimos 10 años, las pérdidas económicas registradas entre enero y junio fueron un 46% superiores. «Los siniestros superiores a la media reafirman una tendencia de crecimiento anual de los siniestros asegurados de entre el 5% y el 7%, impulsada por el calentamiento del clima, pero aún más por el rápido crecimiento de los valores económicos en los entornos urbanizados, a escala mundial», ha indicado el director de Riesgos Catastróficos de Swiss Re, Martin Bertogg.
Del total de pérdidas económicas causadas, únicamente estaban aseguradas pérdidas por catástrofes naturales por valor de 50.000 millones de dólares (45.559 millones de euros), un 4,2% más.
El 68% de esos 50.000 millones se debieron a tormentas eléctricas, especialmente por una serie de estas catastróficas que afectaron a Estados Unidos. Diez eventos causaron pérdidas de 1.000 millones de dólares (911 millones de euros) o más cada uno, frente a una media anual de seis eventos en los diez años anteriores. El estado más afectado fue Texas.
De su lado, los terremotos siguen causando algunas de las consecuencias humanitarias y financieras más graves. La catástrofe más costosa, tanto en pérdidas económicas como aseguradas, fue el terremoto de Turquía y Siria, que causó daños materiales y afectó a los medios de subsistencia de millones de personas en toda la región. Según Swiss Re, las pérdidas aseguradas se estiman en 5.300 millones de dólares (4.829 millones de euros), mientras que las pérdidas económicas preliminares ascienden a 34.000 millones de dólares (30.980 millones de euros), según estimaciones del Banco Mundial.
«Los efectos del cambio climático ya pueden apreciarse en ciertos peligros como olas de calor, sequías, inundaciones y precipitaciones extremas. Además del impacto del cambio climático, la planificación del uso del suelo en zonas costeras y fluviales más expuestas, y la expansión urbana hacia la naturaleza, generan una combinación difícil de revertir en cuanto a la exposición de alto valor en entornos de mayor riesgo», ha agregado el economista jefe de Swiss Re, Jérôme Haegeli.