Montero reclama discreción y negociar «estrictamente» dentro de la Constitución la investidura de Sánchez
Dice que el PSOE quiere presidir el Congreso y sostiene que gana las elecciones quien puede formar gobierno
La ministra de Hacienda en funciones y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ha demandado este martes discreción en las negociaciones para formar gobierno y ha defendido que el PSOE es un partido constitucionalista que garantiza el cumplimiento de la Constitución, al ser preguntada por si negociarían con Junts sobre referéndum y amnistía, condiciones que la formación catalana exige para poder facilitar la investidura del socialista Pedro Sánchez.
Montero ha expresado en una entrevista en Cadena Ser, recogida por Europa Press, que el PSOE «siempre» ha sido «muy claro» al respecto: «Nosotros somos un partido constitucionalista y eso significa que cualquier cuestión que abordemos o que traslademos tiene que estar estrictamente en el marco constitucional».
La número dos del PSOE ha señalado que su partido «siempre» ha tenido «límites», al tiempo que ha subrayado que son el partido que mejor ha entendido el resultado de las urnas, además de saber articular consensos y acuerdos para la convivencia.
A su juicio, mencionar otros planteamientos es «alejarse de la realidad» que el PSOE «representa: «Que es justamente esa garantía de estabilidad y sobre todo esa garantía del cumplimiento constitucional que hemos llevado a rajatabla durante todas las legislaturas».
Montero ha reivindicado que Sánchez lo que quiere es continuar desarrollando «una España de avances», a la pregunta de si harán más concesiones a los partidos independentistas después de los indultos a líderes del procés , eliminar la sedición y rebajar la malversación.
Y expresamente sobre Junts, ha afirmado que «con o sin» la formación independentista, a la que ha evitado calificar si es de derechas, «la mayoría del país ha apostado por seguir consolidando las políticas del Gobierno progresista».
SE NECESITA UN ACUERDO
Querer avances para el país «es la única lectura posible que se puede hacer», ha indicado, para destacar que las elecciones del domingo demostraron que hay una «mayoría progresista» que desea más políticas públicas y que se mire por el interés general, además de diálogo.
Sobre si Moncloa analizaría en la negociación con los partidos catalanes que no se produjeran más encarcelamientos por el procés , Montero ha respondido que lo desconoce y ha insistido en que la posición del Gobierno es «muy clara», recalcando que la situación en Cataluña está hoy «mucho mejor» que hace cinco años.
Montero ha indicado que las urnas reflejan que una mayoría progresista apuesta por seguir avanzando y consolidando las políticas impulsadas por Sánchez en la legislatura. Y en este contexto, ha manifestado que el PSOE hablará, alejado de los focos, con los partidos que quieren un proyecto de país. «Para llevar una negociación a buen puerto necesitamos tener discreción», ha pedido.
Preguntada por si cree que sería viable una legislatura de PSOE y Sumar con los apoyos de ERC, Bildu, PNV y BNG más la abstención de Junts, Montero ha contestado que se necesita un acuerdo entre partidos porque los ciudadanos han rechazado que gobiernen PP y Vox.
RECHAZA UNA REPETICIÓN ELECTORAL
La ministra socialista ha reivindicado que «gana las elecciones» el partido que «es capaz de formar gobierno» y ha abogado por respetar los tiempos del sistema parlamentario, primero tomando posesión de su acta los diputados.
A partir de ahí, «se abre el diálogo con el resto de grupos políticos para hacer posible una investidura que haga que el presidente Sánchez vuelva a orientar a este país», ha añadido.
Montero ha avanzado que el PSOE aspirará a presidir el Congreso de los Diputados y ha rechazado una repetición electoral. Además, ha situado en la cortesía el intercambio de mensajes entre Sánchez y el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, tras los resultados del domingo, «por mucha rivalidad que exista».
Por último, ha puesto en valor la «remontada» socialista frente a las encuestas que daban una mayoría absoluta al bloque de derechas. «Frenar a la ultraderecha desde España es una alegría incontenible, una proeza, fruto de la movilización de la gente progresista», ha celebrado.