AleaSoft: No basta con un PNIEC ambicioso, hace falta ambición en su implementación
/COMUNICAE/
Los objetivos de potencia fotovoltaica y eólica, autoconsumo, hidrógeno verde y biogás del PNIEC 2023 2030 son muy ambiciosos y están alineados con las expectativas del sector y con la potencialidad del recurso solar y eólico de España. Sin dudas, es una buena noticia. Sin embargo, hará falta definir una hoja de ruta que permita cumplir estos objetivos, eliminando barreras, incentivando las inversiones e impulsando la demanda verde para integrar de forma adecuada la nueva potencia renovable al sistema
El pasado 28 de junio se publicó el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023‑2030. Este borrador actualiza al alza los objetivos establecidos en la versión anterior, teniendo en cuenta los objetivos más ambiciosos de la Unión Europea de apuesta por las energías renovables tras la invasión de Rusia a Ucrania. La versión definitiva del documento se espera que se finalice en junio de 2024.
Principales objetivos del borrador del PNIEC 2023‑2030
Sin dudas, los objetivos del borrador del nuevo PNIEC son ambiciosos. En cuanto a generación eléctrica, se ha establecido que la potencia instalada total alcance los 214 GW en 2030, de los cuales 160 GW serán de energías renovables. El escenario para la eólica asciende a 62 GW y el de solar fotovoltaica a 76 GW, unos valores que están en línea con las peticiones que habían realizado la Asociación Empresarial Eólica (AEE) y la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), respectivamente. En cuanto al autoconsumo, se espera que alcance los 19 GW al finalizar esta década. El objetivo de almacenamiento energético, incluyendo las baterías, el bombeo y la solar termoeléctrica se sitúa en los 22 GW a 2030. Los objetivos de capacidad instalada en el año 2030 del resto de tecnologías para la generación eléctrica se mantienen similares a los del PNIEC 2021‑2030.
Cabe destacar que en el borrador del PNIEC 2023‑2023 el hidrógeno verde gana protagonismo y se prevé que la potencia instalada de electrolizadores en 2030 sea de 11 GW. Además, se incluye una medida relacionada con el Corredor Ibérico del Hidrógeno (H2MED). También se duplica el objetivo de producción de biogás, llegando a los 20 TWh en 2030, un impulso que reclamaba la Asociación Española del Gas (Sedigas).
En cuanto a las interconexiones eléctricas internacionales, no hay novedades respecto al PNIEC 2021‑2030. Se espera que la capacidad de intercambio con Portugal aumente hasta los 3 GW. En el caso de la capacidad de intercambio con Francia, debería llegar a los 8 GW contando con las nuevas interconexiones entre Aquitania y el País Vasco (Proyecto del Golfo de Vizcaya), la interconexión entre Aragón y los Pirineos Atlánticos y la interconexión entre Navarra y Landas.
¿Y qué pasa con la demanda eléctrica? Este es un aspecto preocupante del borrador del nuevo PNIEC porque se espera que en 2030 la demanda sea de 238 TWh, lo que supone un descenso de 11 TWh respecto al escenario del PNIEC 2021‑2030. Esta disminución puede estar motivada por la caída de la demanda de los últimos años y por el incremento del escenario de autoconsumo. Que el objetivo de demanda no aumente es preocupante porque va a ser complicado integrar toda la producción con energías renovables que se espera, lo que puede llevar a un volumen de vertidos elevado, que en el PNIEC 2023‑2030 se estima que serán de 25 TWh en 2030, y a que se produzca la «curva de pato» de forma sostenida, lo que puede desincentivar el despliegue de la nueva capacidad renovable que se quiere y se necesita.
En el caso de los vehículos eléctricos, uno de los vectores que haría crecer la demanda eléctrica, se esperan 5,5 millones de vehículos en 2030, lo que representa un incremento del 10% respecto al objetivo del PNIEC 2021‑2030. También se espera que se incremente la electrificación de la economía hasta alcanzar el 34% en el año 2030.
En el borrador PNIEC 2023‑2030 también se tienen en cuenta medidas encaminadas a aumentar la flexibilización de la demanda, fomentando la gestión de la demanda, las comunidades energéticas y el papel proactivo de la ciudadanía en la descarbonización. Además, el Plan se ocupa de la necesidad de adecuar las líneas de transporte y distribución en el territorio nacional para llevar a cabo la integración de la generación renovable.
Otros objetivos destacables son el aumento de la ambición de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero al 32% respecto a 1990 y la reducción de la dependencia energética, pasando del 61% que se perseguía con el PNIEC 2021‑2023 al 51% en el borrador actual.
Para conseguir todos los objetivos de la nueva versión del PNIEC, se espera que las inversiones totales asciendan a 294 000 millones de euros entre 2021 y 2030, lo que representa un incremento de 53 000 millones de euros respecto a la estimación realizada para conseguir los objetivos de la versión del PNIEC 2021‑2030.
No basta con un PNIEC ambicioso, hace falta ambición en su implementación
Entre los puntos fuertes del borrador del PNIEC 2023‑2030 está el impulso a las energías solar fotovoltaica y eólica y al autoconsumo aprovechando el tesoro con que cuenta España al ser el país con el mayor recurso solar de Europa y estar entre los países con mayor recurso eólico. También es fundamental el aumento de los objetivos de almacenamiento energético y del hidrógeno verde para aprovechar la generación renovable y disminuir los vertidos.
Sin embargo, falta ambición en la demanda de energía renovable y en las interconexiones internacionales, dos elementos que hay que potenciar para que la integración de la generación renovable sea fructífera. Es muy importante acelerar e incentivar la electrificación de la economía para absorber toda la nueva potencia renovable que se pretende instalar. Por ejemplo, se deben implementar nuevas medidas para acelerar el despliegue de los vehículos eléctricos, que actualmente están muy lejos del objetivo que se persigue en 2030. Además, para que la demanda se ajuste a las horas de mayor producción renovable, hay que dar señales a través de la tarifa eléctrica para que los consumidores muevan su consumo hacia esas horas y de esta forma evitar la curva de pato. Esto es algo que se podría hacer ya.
Además, para que los objetivos de nueva generación renovable, de almacenamiento, de hidrógeno verde definidos en el nuevo Plan se materialicen, es importante agilizar y flexibilizar los trámites administrativos para que no supongan un obstáculo en el desarrollo. Hay que incentivar la llegada del almacenamiento cuanto antes por lo que es importante la creación del mercado de capacidad. Además, hay que acelerar el desarrollo de las infraestructuras eléctricas para adecuarlas a toda la nueva capacidad renovable e ir creando las infraestructuras para producir, almacenar y trasportar el hidrógeno verde y el biogás, así como para recargar los vehículos eléctricos. También hará falta una regulación estable que envíe señales para incentivar la inversión. Este borrador de PNIEC sin dudas envía señales claras de que España quiere apostar por las renovables para conseguir la independencia energética del exterior y descarbonizar la economía. Ahora se necesita una hoja de ruta ambiciosa para cumplir esos objetivos.
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Fuente Comunicae