Señala que la universidad española está «muy infrafinanciada» y aboga por recuperar el programa plurianual de financiación para 5 años

El rector de la Universidad de Cantabria (UC), Ángel Pazos, ha señalado que «no hay una falta brutal de médicos en España, sino una falta brutal de médicos de familia», por lo que ha rechazado seguir aumentando las plazas para estudiar Medicina en las universidades a pesar del elevado número de solicitudes.

«Ha habido un boom de solicitudes totalmente incompatible con los médicos que necesita el país». «No podemos dejar entrar a toda la gente en medicina por responsabilidad», ha dicho, explicando que el Estado «tiene la obligación» de no permitir que «todo el mundo» estudie un grado si los cálculos de profesionales que se necesitan son «mucho menores».

En este sentido, Pazos ha apuntado que, según los estudios, en España se calcula una falta de médicos «del 12%», lo que, trasladado a Cantabria, supondría pasar de 131 titulados a 142, mientras que la UC ha recibido «4.000 solicitudes» para estudiar Medicina.

Así, ha recordado que recientemente el grado de Enfermería ya ha incrementado un 10% sus plazas y el de Medicina un 15%. Esto, según ha indicado, ha generado la creencia de que va a bajar la nota de corte, algo que ha negado, explicando que tan solo bajará «de 13,2 a 13,19». «¿Cómo va a bajar la nota de corte si son 4.000?», ha cuestionado.

En esta línea, el rector ha insistido en que «no hay una falta brutal de médicos» sino de médicos de familia, por lo que esta especialización ya «se escapa más de las facultades».

Pazos ha abordado este asunto durante su participación este martes en una nueva edición del Foro SER Cantabria, donde ha impartido la ponencia titulada UC, una mirada hacia el futuro , abordando los retos que tiene por delante esta institución y en general las universidades españolas.

UNIVERSIDAD «MUY INFRAFINANCIADA»

Uno de ellos es la financiación, ya que «la Universidad española está muy infrafinanciada» en comparación con otros países. Y aunque la UC está mejor dotada que el global del resto de las del país, «la media es tan baja que estar en la parte alta no nos saca de la parte baja», ha dicho.

Como ha detallado, la UC cuenta con un presupuesto anual de unos 130 millones de euros, de los que casi 90 millones proceden del Gobierno regional, otros 10 de los pagos de los alumnos y el resto de lo que capta la Universidad en investigación.

En este sentido, el rector ha apostado por recuperar el contrato programa plurianual que recoge la financiación del Gobierno –que existía y se perdió debido a la pandemia– y que éste tenga una duración de unos cinco años. Además, cree que se debe estructurar en tres partes para determinar la cuantía: las nóminas, los gastos generales que supone «levantar la persiana cada día» y una tercera, que tenga un peso de en torno a un 10%, que dependa de objetivos y no se dé «graciosamente» a la institución.

Esto serviría como «ejercicio de rendición de cuentas y de responsabilidad». «Tenemos que presentar indicadores», ha defendido Pazos, abogando por trabajar con la administración para resolver ese «enorme gap» de financiación universitaria que «es más grande» que en otros sectores.

Y es que otro de los retos es seguir apostando por la investigación y la captación de talento, y como ha indicado Pazos, «en la ciencia, casi todo es dinero». A su juicio, se debe «ser más activos» en la captación de talento y para ello se necesita la ayuda de las administraciones, porque «captar talento cuesta». «¿Se puede pedir a un equipo con tres veces menos de financiación que el Madrid o el Barcelona que Gane la Champions?, ha ironizado.

Ha destacado que este «problema evidente» de dotación existe a pesar de que las universidades son «rentables», pues según los estudios, «por cada 100 euros que reciben, generan 293 euros de PIB y 193 euros de rentas fiscales».

A pesar de este escenario, considera que la UC está «en una muy buena situación» en productividad y captación de fondos, ya que se hace cargo de «cerca de 400 nominas al año» abonadas con dinero que no procede del Gobierno, sino que consiguen los grupos de investigación, algo que está «absolutamente fuera de lo normal para una universidad de nuestro tamaño».

Entre otros retos que tienen que afrontar las universidades, Pazos ha citado la necesidad de innovar en la manera de enseñar –» no podemos seguir enseñando solo bajo el paradigma de la clase magistral típica, ha dicho– o de prestar atención a la empleabilidad de los alumnos a la hora de formar, siendo «valientes» para hacer los ajustes que sean necesarios en las titulaciones, ya que cree que se debe formar siendo «obsesivos» con que los estudiantes puedan trabajar.

Además, ha puesto el foco en potenciar la formación a lo largo de la vida, y que los estudiantes dejen de ser solo los comprendidos en la franja de 18 a 30 años.

Asimismo, ha insistido en fomentar la «triple hélice» de docencia, investigación y transferencia, «borrando la idea» de que la universidad es «solo un centro docente».