Gobierno y CCAA acuerdan una hoja de ruta para mejorar la Atención Temprana de los menores en España
Los ministerios de Derechos Sociales y Agenda 2030 y Sanidad, junto con las Comunidades Autónomas, han acordado de manera mayoritaria, en el marco de un Consejo Territorial que se ha celebrado este lunes con ambos ministerios, la puesta en marcha de una hoja de ruta para la mejora de la Atención Temprana de los menores en España.
Así, se han establecido ocho líneas de actuación: el primero relativo a la implementación de sistemas eficaces de coordinación interadministrativa y con las familias; la implementación de procesos eficaces de colaboración y participación activa de las familias; así como planificar, dimensionar y articular fórmulas de financiación adecuadas para los equipos, centros y servicios de atención temprana en función de la población a atender, teniendo en cuenta una base territorial y comunitaria bien definida; y facilitar el acceso temprano y de calidad a los servicios de atención temprana.
Además de garantizar la valoración e intervención integral, cuidando que las actuaciones que se desarrollen sean; mejorar la calidad de las actuaciones y servicios de la atención temprana; ofrecer más y mejores oportunidades de formación a las y los profesionales implicados en el proceso de Atención Temprana y optimizar los sistemas de información y registro.
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha destacado que el objetivo de esta hoja de ruta es «garantizar una atención rápida y eficaz». «Queremos reducir los tiempos de espera entre la detección y la prestación de servicios, agilizar los trámites de acceso y que la atención sea lo más personalizada posible en los entornos del niño o niña y sus familias, contando con sus intereses y su participación», ha explicado.
A su juicio, «la Atención Temprana es fundamental para proteger el desarrollo de los niños y niñas. Interviene directamente en una edad muy sensible, de los 0 a los 6 años, y permite detectar con tiempo alguna discapacidad o alteración en el desarrollo. Tener acceso a una atención de calidad puede ser un antes y un después para esos niños y niñas».
Por su parte, el ministro de Sanidad, José Miñones, ha resaltado que el objetivo es dotar al país de una hoja de ruta para la atención temprana de menores. «Queremos reducir los tiempos de espera entre la detección y la prestación de servicios, agilizar los trámites de acceso y que la atención sea lo más personalizada posible en los entornos del niño o niña y sus familias, contando con sus intereses y su participación», ha explicado.
«Nos une la responsabilidad de velar por la salud y bienestar de las personas y hoy cobra una especial relevancia ya que se enfoca a los niños y niñas y desde una óptica muy importante como es la prevención desde edad temprana», ha añadido el responsable estatal de Sanidad, quien ha agradecido el «trabajo, el esfuerzo, compromiso y participación» a todas las personas, administraciones y entidades que lo han hecho posible.
Así la hoja de ruta plantea la creación de una Red de Atención Temprana de carácter universal, de responsabilidad pública y gratuita que se adapte y respete las diversas realidades y competencias territoriales. Esta red, señalan, «permitirá la vinculación, a partir de unos criterios comunes, de los sistemas de salud, educativo o servicios sociales, que han de trabajar de forma coordinada, y coordinarse, a su vez, con el resto de profesionales implicados en el caso», según las necesidades que se precisen y en relación con los correspondientes equipos de atención temprana.
Desde ambos ministerios destacan que la atención temprana debe establecerse como un derecho subjetivo, universal, público y gratuito tiene como objetivo la promoción del desarrollo holístico del niño y la niña; prevenir posibles alteraciones o factores de riesgo y alteraciones del desarrollo, garantizando una respuesta global e integrada; además de reforzar las capacidades, competencias y sensibilidad de las familias y los cuidadores principales en la comprensión y respuestas a las necesidades y demandas de cada niño o niña y sus ritmos evolutivos a lo largo de la primera infancia.
Asimismo se pretende apoyar y mejorar las condiciones de vida y crianza; optimizar la autonomía personal del niño y la niña, la inclusión social y el pleno disfrute de todos sus derechos en igualdad de condiciones, introduciendo los mecanismos necesarios en cuanto a compensación, eliminación de barreras y adaptación a sus necesidades.