La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ha reiterado este martes la necesidad de contar con un acuerdo de país que asegure una estrategia de consolidación fiscal a medio plazo y un plan de reequilibrio para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas.

Herrero, que ha participado en las jornadas organizadas por Cinco Días con motivo de su 45 aniversario, ha indicado que la senda de deuda tiene que ser descendente, no solo en los cuatro años de los planes que marcarán las nuevas reglas fiscales en la UE, sino también en los diez años siguientes. «Ya ha dejado de ser una recomendación para pasar a ser una exigencia», ha subrayado.

A su juicio, la «credibilidad y viabilidad» de la estrategia fiscal a medio plazo será mayor si se cumplen dos condiciones: un análisis objetivo sobre la situación de partida –«y aquí la AIReF tiene un papel principal», ha dicho– y que el compromiso implique a todas las administraciones públicas, lo que exige «consensos amplios».

En este sentido, la presidenta ha destacado el papel que puede desempeñar la AIReF en el nuevo marco, y ha resaltado la necesidad de contar con un acuerdo país que genere consensos amplios y asegure la coordinación entre diferentes niveles de las administraciones públicas. A su parecer, la visión de medio plazo y la necesidad de planificar se extiende a todas las administraciones, ya que el éxito del conjunto requerirá del éxito de las partes.

Herrero ha recordado que el futuro marco pondrá también el foco en la calidad de las finanzas públicas, y ha resaltado la necesidad de seguir avanzando para hacer que las políticas públicas sean objeto de evaluación sistemática, de forma que no se improvisen las decisiones. «Aunque se han dado pasos importantes, hay que seguir avanzando sin miedo a la evaluación para detectar ámbitos de mejora», ha subrayado.

Por último, ha señalado que se han dado «pasos muy importantes» para que la AIReF realice mejor su trabajo, pero ha dicho que aún hay «camino que recorrer» y, para ello, ha apostado por más medios humanos y materiales, pero también por una modificación de la ley orgánica de creación del organismo para otorgarle una «mayor autonomía».