Gobierno canario asegura que tuvo que realizar «contrataciones de emergencia» para atender a migrantes
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 13
La consejera en funciones de la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias, Noemí Santana (Podemos), ha señalado que el Ejecutivo regional tuvo que realizar «contrataciones de emergencia», cuyos contratos «avaló» la Intervención General de la comunidad autónoma para prestar el servicio de alojamiento y manutención de los menores extranjeros no acompañados que llegaban al archipiélago con el objeto de «salvaguardar el interés de los menores».
Santana ha salido así al paso de informaciones que apuntan al empleo del dinero público por parte de la Fundación Respuesta Social Siglo XXI, que ha gestionado centros de menores migrantes. La actual consejera regional de Derechos Sociales hace esta declaración en un artículo de opinión, recogido por Europa Press, en el que justifica que la forma en la que se elaboraron los contratos «pasó todos los filtros técnicos y legales al efecto tanto por parte de la Intervención General de la Comunidad Autónoma como de la Viceconsejería de Servicios Jurídicos».
El Gobierno canario, apuntó, ya ha avanzado que se personará en el que denomina caso Siglo XXI como parte afectada por los delitos que le imputen a la entidad, mostrando su «máximo respeto» y «plena disposición» a colaborar con el procedimiento legal.
De toda formas, incide en que en el contexto en el que se produce la contratación de dicha Fundación es ante una situación en el que el Ejecutivo autonómico «se vio abocado a contratar a cinco entidades y a abrir hasta 50 recursos de emergencia ante el repunte» de los movimientos migratorios a las costas, llegando a albergar y tutelar a casi 3.000 menores «en el momento álgido» de esta crisis.
Añadió que el Gobierno canario tuvo que enfrentarse a esta situación con «toda» la infraestructura de acogida «desmantelada» por el anterior Ejecutivo autonómico que «debió pensar que Canarias se había movido de su situación geográfica y que no volvería a recibir más personas migrantes».
Por ello, insistió en que se trataba de un «momento excepcional, reconocido a través de un Decreto Ley, aprobado por todas» las fuerzas políticas en el Parlamento autonómico. Agregó que la obligación de prestar este servicio «es irrenunciable», subrayando que viene impuesta por el conjunto de disposiciones del ordenamiento jurídico que regulan la protección jurídica del menor y los servicios sociales.
En este sentido, puntualiza que «es imposible posponerla o dejarla de prestar», ya que se trata de una «emergencia humanitaria» calificada como emergencia social en la Ley 16/2019, de 2 de mayo, de Servicios Sociales de Canarias, en su artículo 29.
Añadió que la situación «excepcional» que provocó la tramitación de los contratos, acogiéndose al procedimiento de emergencia, «se ha prolongado en el tiempo y persiste» porque el flujo migratorio «es periódico y no hay visos de que vaya a cesar», por lo que matiza que se trata de una situación «constante a la que hay que dar respuesta a través de la contratación del servicio por un procedimiento ordinario».
INFORMACIONES «IMPRECISAS»
En el caso concreto de la Fundación Siglo XXI, Noemí Santana calificó de «imprecisas» las informaciones, por «no decir que son incorrectas», en relación a cuestiones en las que se dice que la consejera «informó de que Siglo XXI trabajó a entera satisfacción pese a las irregularidades», puntualizando que «si no hay conformidad, no se pueden pagar las facturas ni prestar el servicio, por lo tanto, los menores acabarían en la calle».
A ello, agregó, que «esa conformidad no» la da la consejera, «sino un técnico de la comunidad autónoma, más concretamente, un jefe de servicio», mientras que subraya que los procedimientos administrativos los realizan los técnicos y «no corresponde a una consejera definir el trabajo de las entidades prestadoras de servicio».
En relación a los controles y supervisión, indica que en el caso de los menores migrantes que estaban en Porto Bello, en Mogán, en cuanto se detectó el «problema», se actuó «en consecuencia y se cerró el recurso, que, efectivamente, no cumplía con las garantías necesarias» para albergar a los menores. Además afirmó que se realizaron las inspecciones pertinentes y se clausuró el centro.
«Nuestro afán siempre ha sido la transparencia. Por ello, han podido visitar estas instalaciones tanto diputados de la oposición como periodistas de todo el mundo y entidades de protección de la infancia, como Save the Children, Unicef o Acnur. También han accedido organismos como el Defensor del Pueblo, el Diputado del Común o la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la Unión Europea. En todo momento se ha ejercido el control exigido por la Ley sobre la Fundación Siglo XXI, tanto en visitas presenciales como con el reporte de la ocupación de los centros, una información que se enviaba a diario a la Dirección General de Infancia y Familia», apostilló.
Finalmente, subrayó que la Fundación, «como las otras, no solo ha trabajado con este Gobierno» de Canarias, sino con otras administraciones de «distinto signo político como el Cabildo de Lanzarote en 2018; así como en otras comunidades autónomas como Madrid».
De todos modos, afirmó que en el Gobierno canario actual son «muy conscientes» a diferencia del anterior de que los flujos migratorios «no van a cesar», de ahí que el 18 de mayo aprobaran la contratación de los servicios por un procedimiento ordinario.
«Lo hemos hecho en cuanto hemos dispuesto del crédito necesario para la licitación gracias a la firma de un convenio con el Ministerio de Inclusión Social, que garantiza estos fondos. Llegaremos al final de este asunto porque no hay nadie más interesado en aclararlo que este Gobierno y esta consejera que, en todo momento, solo ha perseguido el bienestar de estos niños y niñas», apostilló.
Santana asegura que con este artículo quiere «evitar que se criminalice nuevamente a los menores extranjeros en desamparo familiar, mal llamados menas , cuya única voluntad es salir adelante y construirse un futuro», ya que es «urgente evitar que todo» esto termine provocando rechazo a menores y adolescentes.
«Es en ellos y ellas en quienes hemos pensado en todo momento y por quienes seguiré luchando desde cualquier espacio en el que me encuentre, como lo he hecho siempre», concluye.