Cantabria registra el quinto mayor incremento del precio de la vivienda en alquiler en 2021, un 2%
MADRID/
El precio de la vivienda en alquiler en Cantabria creció un 2% en 2021, el quinto mayor incremento por comunidades, similar a los de Aragón y Galicia, según el Índice de Precios de la Vivienda en Alquiler (IPVA) publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De este modo, el precio del alquiler solo subió más en la Comunidad Valenciana (2,6%), Castilla La Mancha (2,4%), Murcia (2,3%) y Baleares (2,2%).
En concreto, los precios de los nuevos contratos de alquiler se encarecieron en Cantabria un 5,3%, lo mismo que en Aragón y Castilla La Mancha, y solo lo hicieron menos que en la Comunidad Valenciana (5,9%) y la Región de Murcia (5,4%).
Más moderada fue la subida de los contratos existentes, de un 1,3% en Cantabria, la séptima más acusada pero solo una décima por encima de la media (1,2%).
Mientras, el incremento del precio de la vivienda de alquiler en Santander fue similar al de la comunidad autónoma, un 2%.
A nivel nacional, este índice en el año 2021 subió un 1,6%, una tasa siete décimas superior a la de 2020. De acuerdo con la estadística experimental del INE, esta subida del 1,6% supone que los precios de la vivienda alquilada encadenen siete años al alza, aunque el crecimiento registrado en 2021 no supera el máximo alcanzado en 2019 (+3,5%).
Del total de viviendas alquiladas, el 34,6% no variaron su precio entre 2020 y 2021, mientras que el 18,6% lo bajaron.
Por su parte, el 46,8% de los arrendatarios aumentaron el precio del alquiler de sus viviendas. De ellos, la mitad lo hizo por debajo del 5% y uno de cada cuatro por encima del 10%.
La variación de los precios de los arrendamientos es diferente si se trata de arrendamientos cuyo contrato se firma en 2021 o si son contratos ya existentes. Así, los nuevos contratos incrementaron sus precios un 3,5%, mientras que los precios de los contratos que ya existían antes de dicho año aumentaron un 1,2%.
Por tipo de edificación, las viviendas colectivas –aquellas ubicadas en edificios– incrementaron sus precios un 1,5%, seis décimas más que en 2020, mientras que los precios de la vivienda unifamiliar alquilada aumentaron un 1,9% en 2021, lo que supone 1,3 puntos más que en el año anterior.
Según especifica Estadística, la tasa de variación de precios de la vivienda unifamiliar alquilada fue superior a la de la vivienda colectiva, lo que no sucedía desde 2015.
Por tamaño de la vivienda, los mayores incrementos se produjeron en las viviendas más grandes, con subidas de precios del 1,8%. Por su parte, las de menor tamaño (menos de 60 metros cuadrados) aumentaron menos su precio de arrendamiento, con una tasa del 1,2%.
COMUNIDAD VALENCIANA REGISTRA EL MAYOR INCREMENTO DE PRECIOS
Los precios de la vivienda alquilada aumentaron en 2021 frente a 2020 en todas las comunidades autónomas. Los mayores incrementos se produjeron en Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Región de Murcia, con subidas del 2,6%, 2,4% y 2,3%, respectivamente.
Por su parte, Comunidad de Madrid (1%), Cataluña (1,3%) y Principado de Asturias (1,5%) fueron las comunidades con los menores incrementos anuales.
La estadística también refleja los 20 municipios capitales de provincia donde más han subido los precios desde el año base, 2015, hasta 2021. En ellos se concentra una de cada tres viviendas en alquiler en 2021.
Entre esos años, la mayor subida de precios se produjo en Valencia, donde el precio creció un 18,1% entre 2015 y 2021. Le sigue Palma de Mallorca (+17,5%), Málaga (+17%), Girona (+16,1%) y Guadalajara (+14,3%).
Esta estadística experimental del INE, con base en 2015, se elabora con los datos aportados por la Agencia Tributaria sobre las viviendas alquiladas por la que los declarantes han recibido ingresos en dicho año, independientemente de que estuvieran o no arrendadas en años anteriores.
El INE explica que la dificultad de incluir las viviendas no arrendadas en años anteriores es que no existe un elemento comparativo que permita calcular la evolución de su precio. Para resolver el problema, se ha desarrollado un modelo estadístico que permite la estimación del valor de alquiler de las viviendas en los periodos donde no se dispone del mismo.