El 35% de los activos de los fondos españoles ya tiene características sostenibles, según CNMV
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha señalado que el 35% de los activos de los 1.400 fondos de inversión españoles tiene alguna característica sostenible, mientras que hace seis años estaba por debajo del 10%, y ha indicado que se está asistiendo a una de las «mayores reasignaciones de carteras» de la historia.
«La transformación que ha habido en las preferencias de los clientes, con independencia de donde esté la gestora, en las principales carteras de activos ha sido brutal», ha indicado durante su participación en el encuentro de Líderes Responsables que ha organizado hoy la Fundación Seres. Admeás, ha sostenido que el fenómeno de las finanzas responsables, que sigue criterios ESG (medioambientales, sociales y de buen gobierno) es «imparable, no tiene vuelta atrás».
Ha señalado también que se ha tratado de un fenómeno «heterogéneo» donde han cobrado más importancia los criterios medioambientales en detrimento de los sociales o de gobernanza, así compo en términos geográficos porque Europa «ha adquirido claramente una posición de liderazgo» desde el punto de vista regulatorio y supervisor. «Estamos viendo que muchas otras jurisdicciones se están embarcando en un proceso muy similar, a veces a rebufo, a veces en competencia», ha indicado.
Asimismo, se ha referido a la complejidad de restringir operaciones financieras que se realicen en jurisdicciones que no cumplan con normativas sostenibles, ya que «hay mayor posibilidad de deslocalización». «Hasta ahora no la hemos visto, en las grandes gestoras o entidades financieras, pero es un riesgo que está ahí», ha reconocido.
Otro ámbito a mejorar es el de la medición de estos avances hacia la sostenibilidad, ya que la información sobre sostenibilidad que aporten las empresas debe ser verificable. Así, ha sostenido que actualmente todavía no se han implantado mecanismos de control interno en las empresas de forma generalizada en lo relativo al ámbito ambiental, «por lo que la fiabilidad de la información debe ser mejorada. Nos queda por hornear esa parte del pan».
También ha considerado que la Unión Europea no está acertando en hacer que la nomenclatura de productos financieros sostenible sea comprensible por parte del usuario y del inversor, ya que actualmente se utilizan expresiones como alineado con el artículo ocho o con el artículo 9.
«En términos de branding , no es precisamente glorioso el ejercicio que se ha hecho en la Unión Europea para tener etiquetas que el inversor pueda utilizar de forma fácilmente comprensible y tomar sus decisiones en función de eso», ha indicado.