Experta asegura que la dieta blanda «previene la sobrecarga de la articulación temporomandibular»
La cirujana oral y maxilofacial del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, la doctora Cho Lee, asegura que «la dieta blanda previene la sobrecarga de la articulación temporomandibular (ATM) y disminuye la actividad muscular de los músculos de la masticación».
Además, resalta que «el paciente debe acostumbrarse a cortar la comida en trozos pequeños y abstenerse de masticar chicles, alimentos duros o crujientes».
La patología de la articulación temporomandibular (ATM) es un problema frecuente que puede llegar a afectar al 75 por ciento de la población en algún momento de la vida, al presentar algún signo derivado de la disfunción de ATM, como dolor delante del oído, chasquido y limitación para abrir la boca con normalidad. Sus causas más frecuentes son las alteraciones de la posición del menisco de la articulación y la artrosis.
La articulación temporomandibular (ATM) es la articulación móvil que une la mandíbula con el cráneo. Entre ambas estructuras se interpone el menisco articular.
La ATM constituye, como apunta la doctora Gui-Youn Cho Lee, una estructura compleja, fundamental en la masticación, el habla, la deglución y la expresividad facial, lo que la convierte en indispensable para las necesidades básicas de alimentación, pero también para las actividades y las relaciones sociales.
«Es la única articulación del cuerpo humano que ha de funcionar sinérgica y simultáneamente en los dos lados», asegura la especialista.
Por lo que respecta a los medicamentos, la recomendación general es que se haga la prescripción a intervalos regulares durante un periodo específico de tiempo. «Los fármacos empleados con más frecuencia son los analgésicos, antiinflamatorios, ansiolíticos, antidepresivos y relajantes musculares. Las técnicas de reducción del estrés también son de gran ayuda», continúa la cirujana.
Cuando el tratamiento conservador no es eficaz y el paciente asocia alteraciones de la posición del menisco articular, el tratamiento incluye procedimientos de cirugía mínimamente invasiva de la ATM, como la artrocentesis y la artroscopia.
«La artrocentesis se define como un lavado articular. Consiste en entrar en la articulación mediante una punción, lavado con un fluido y manipulación manual de la misma. Se finaliza con la infiltración de sustancias como el ácido hialurónico y anestésicos locales», detalla la doctora.
Además, la experta asegura que es un procedimiento «simpole y no invasivo» que se suele realizar bajo anestesia local o anestesia local y sedación. «Los objetivos de este procedimiento son eliminar la inflamación articular y el dolor, así como mejorar la movilidad del menisco articular», añade.
Por su parte, la artroscopia se efectúa mediante la colocación de una pequeña cánula en el espacio articular, seguido de la inserción de un artroscopio que permite la visualización directa de todas las superficies articulares. Para la realización de cualquier maniobra terapéutica se necesita la introducción de una segunda cánula en la articulación.
De este modo, se realizarán las siguientes técnicas: lavado y manipulación; técnicas de reposicionamiento del menisco articular; introducción de sustancias intraarticulares; remodelación o modificación de superficies articulares y eliminación de adherencias y tejido inflamatorio.