Economía- La economía turca sigue expuesta a un «ajuste desordenado» por las políticas «insostenibles» de Erdogan
La economía turca sigue expuesta a un «ajuste desordenado», tras la victoria electoral de Recep Tayyip Erdogan en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo, si persisten las «políticas económicas insostenibles», ha avisado Scope Ratings.
«La continuidad de las políticas y el difícil contexto económico caracterizado por una tasa de crecimiento del PIB por debajo del potencial del 2,7% para este año, un amplio déficit por cuenta corriente, la disminución de las reservas internacionales y la alta inflación mantendrán la presión sobre la calificación crediticia de Turquía a corto y medio plazo», ha explicado el director de calificaciones soberanas de Scope, Thomas Gillet, quien también ha alertado de la vulnerabilidad del sector bancario turco.
Gillet ha recordado que Turquía crecerá este año 2,9 puntos por debajo de la cifra de 2022, cuando avanzó un 5,6%, al tiempo que la inflación se situó en abril en el 43,4% interanual. Además, el rating turco en moneda extranjera está calificado B- con perspectiva negativa.
No obstante, Scope prevé que continúen las políticas expansivas, como los bajos tipos de interés, algo que se refleja en el tipo de cambio de la lira, que ha ampliado sus pérdidas frente al dólar (-6% interanual, hasta las 20,03 liras 0,93 euros), mientras que el diferencial de las permutas de incumplimiento crediticio (CDS, por sus siglas en inglés) ha aumentado «bruscamente», hasta los 679 puntos básicos.
«Es probable que los controles de capital y las medidas macroprudenciales, como los límites a las retiradas de efectivo, el plan de protección de depósitos y las medidas coercitivas sobre las asignaciones de cartera de los bancos sigan siendo el núcleo de las políticas económicas de Turquía», ha señalado Gillet.
No obstante, el economista ha valorado que, aunque existe la posibilidad de que haya un ajuste parcial en estas políticas, «esto requeriría una planificación y aplicación coherentes para que resultaran eficaces».
Asimismo, el plan de «liratización» para denominar los depósitos bancarios de los clientes en moneda local, a pesar de que su eficacia a largo plazo «no está clara», tiene un alto coste para las finanzas públicas. Este coste aumenta «aún más en caso de que se produzcan grandes fluctuaciones de la lira, lo que hace menos probable cualquier devaluación significativa».
Las necesidades brutas de financiación exterior, estimadas por Scope en 230.000 millones de dólares (214.702 millones de euros) en 2023, equivalentes al 25% del PIB, y las salidas de capital de no residentes hace que el banco central recurra a unas reservas netas de divisas ya negativas tras corregirse los efectos de los swaps de divisas bancarios. Este registró un mínimo histórico de 65.100 millones de dólares (60.770 millones de euros) negativos a finales de abril de 2023.
De esta forma, Gillet opina que Turquía necesitará más ayuda exterior bilateral y, en su mayoría, incondicional en forma de préstamos directos, canjes de divisas y acuerdos de comercio energético para «aliviar parcialmente las fuertes presiones sobre la balanza de pagos y los amortiguadores exteriores». Sin embargo, dada la «estricta condicionalidad política exigida por los acreedores occidentales», la baza multilateral será, probablemente, de «último recurso».
En suma, los desequilibrios monetarios y exteriores «seguirán ejerciendo presión sobre las finanzas públicas» a través de medidas como la revalorización de salarios y pensiones para compensar la debilidad de la lira y la inflación. Estos desequilibrios continuarán siendo un «riesgo importante» para el sector bancario turco, pues posee una parte considerable de deuda pública, y aumentan la posibilidad de un «ajuste desordenado».
LA LIRA TRAS LA VICTORIA DE ERDOGAN
La cotización de la lira frente a las principales monedas se debilitó este lunes después de que Erdogan revalidase su mandato en el país. De este modo, el dólar reforzaba su cruce frente a la moneda turca por encima de las 20 liras turcas y muy cerca de máximos históricos, llegando a cotizar este lunes en 20,0559 liras, frente a las 19,9727 liras del cierre del pasado viernes.
«Una victoria de Erdogan no ofrece consuelo para ningún inversor extranjero», ha señalado Hasnain Malik, estratega de Tellimer, en declaraciones recogidas por Bloomberg . «Con una inflación muy alta, tasas de interés muy bajas y sin reservas extranjeras netas, podría estar en camino una crisis dolorosa que afecte a todos los activos», ha agregado.