Iñaki Ezkerra presenta mañana un libro de sonetos inspirados en la mitología, el mar y la música clásica

El escritor Iñaki Ezkerra (Bilbao, 1957) reúne en la antología Cien sonetos de la vida entera un centenar de poemas, ocho de ellos inéditos, en un nuevo libro muy marcado por la mitología, el mar o la música clásica que será presentado este jueves en Madrid.

Con prólogo del también escritor Emilio Pascual y editado por Huerga y Fierro, esta antología hace un recorrido vital por la vida del autor y con el foco puesto especialmente en el mito griego de Apolo persiguiendo a Dafne, la ninfa que se transforma en árbol.

Presentará el libro mañana en la Biblioteca Eugenio Trías, en la antigua Casa de Fieras del madrileño El Retiro, junto a Emilio Pascual, Juan Cruz, Alejandro Gándara y el editor Antonio Huerga.

En la antología, el mito adquiere un «amplio significado existencial», según el propio autor: «El de la insobornable necesidad de seguir persiguiendo quimeras a sabiendas de que la belleza no reside en la meta sino en el viaje y en la ilusión del deseo».

Cada uno de los cien textos responde «ortodoxamente» a la forma clásica del soneto, la composición poética armada sobre catorce versos endecasílabos que se dividen en dos cuartetos y dos tercetos.

Algunos de estos sonetos datan de cuando Ezkerra tenía apenas 18 años. Los que aparecen, explica, han sido revisados y retocados en algunos casos, ya que escribirlos le produce «cierta satisfacción», aunque también «cierta sensación de extrañeza», dado que es un ejercicio de «virtuosismo estético en una época que no parece caracterizarse por esta clase de perfeccionismos formales sino más bien por lo contrario», afirma.

«Vivimos un tiempo en el que no sólo reina sino que se valora y se premia la chapuza, el tente mientras cobro , tanto en la política como en otros muchos ámbitos sociales», considera Ezkerra.

Aun así, el escritor apunta que «no es una sociedad monolítica sino muy plural y compartimentada». «En el edificio de apartamentos donde vive el chapucero vive también el gran profesional, el erudito, el hombre que ha dedicado su vida a la ciencia o a un arte exigente. En contraste con la noticias desalentadoras que salen en los periódicos de corrupción y de mala gestión pública, hay un colectivo español muy profesional como es el de los médicos y los sanitarios que ha dado y sigue dando la talla a pesar de ser maltratado en los horarios y en los sueldos», añade.

LA BUENA LITERATURA NO ES SOLO COMERCIAL

«Este es un tiempo de populismos y demagogias», a su juicio, pero en el que, pese a todo, hay partes de la sociedad que no están en eso, como los científicos que dieron con las vacunas contra el coronavirus. Asegura que es un logro inédito en la Humanidad, así que debe hacer caer en la cuenta de que, aun con las calamidades, la guerra y las penurias, se vive «un momento de la Historia privilegiado.»

Ezkerra se muestra optimista y en buena parte responsabiliza de esa actitud al soneto, que dice que le proporciona consuelo frente a las crisis. «Me levanta el ánimo la buena literatura que no es solo comercial y algunas cosas más como la música de Bach, por ejemplo, que es el tema de alguno de sus sonetos», declara.

Y recuerda en este punto unas palabras del escritor Emil Cioran, quien destacó del compositor alemán Johann Sebastian Bach que es uno «de los pocos fenómenos» que «pueden hacer pensar que existe un orden y un sentido en el Universo».

Entre sus sonetos inéditos hay uno dedicado a una perrita que se le murió el año pasado: «Es una paradoja y una ironía, pero Jimena me reconciliaba con la Humanidad. Ante ella sentía lo que dice la Octava Elegía de Rilke: Sucede a veces que un animal, mudo, alza los ojos y nos atraviesa tranquilo con la mirada «.

Curtido en poesía, novela, ensayo, relato breve y artículo periodístico, Ezkerra es autor de una veintena de libros, tales como Mítica (1978), La ciudad de memoria (1984), Museo de reproducciones (1991), Casi anónima sonríes (1996), Otra ribera (1998), A tu lado en Islandia (2008), Los sonetos marítimos (2010) o Carnaval sin fiesta (2021).