El Banco de España pide impulsar el FDG europeo y analizar «en profundidad» las recientes tensiones bancarias
Avisa de una «clara tendencia a la moderación» de los depósitos, especialmente, los de las empresas no financieras
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha pedido que se impulse el fondo de garantía de depósitos (FGD) europeo y que, en el ámbito global, se lleve a cabo un análisis «en profundidad» de los acontecimientos recientes desde una perspectiva regulatoria y supervisora de las tensiones bancarias que se han registrado en los últimos meses.
También ha insistido en pedir a la banca una política «prudente» de planificación de provisiones y de capital ante un entorno de incertidumbre «tan elevada» como el actual.
Así lo ha trasladado durante su intervención en la 18ª edición del IESE Banking que se celebra este miércoles y en donde se congregarán los principales directivos bancarios y autoridades para abordar los retos del sector.
Hernández de Cos ha indicado que, a pesar de las «perturbaciones negativas muy adversas» que se están registrando, la actividad económica de España y de la eurozona «se ha mostrado más resistente de lo previsto» en los últimos trimestres, mientras que en los primeros meses de 2023 se perciben «señales de un renovado dinamismo».
Así, ha indicado, como ya hiciera el organismo en la presentación del informe anual, que se revisarán al alza las previsiones de crecimiento para España en 2023, situándose el aumento del PIB por encima del 2%. También se situará en ese entorno en 2024 y 2025.
Sin embargo, Hernández de Cos no ha dejado de alertar de que estas proyecciones están sujetas a una incertidumbre «muy elevada», y existen riesgos de que se materialicen escenarios menos positivos.
«En particular, la eventual duración de la guerra en Ucrania sigue siendo la principal fuente de riesgo. El curso futuro de la economía mundial también es motivo de preocupación, en un contexto de endurecimiento de la política monetaria a nivel global y de riesgos geopolíticos significativos», ha trasladado Hernández de Cos.
Igualmente, ha incluido entre los riesgos la posible persistencia de una inflación elevada, lo que conduciría «con elevada probabilidad» a un endurecimiento adicional de la política monetaria, y las tensiones financieras derivadas de las turbulencias bancarias en Suiza y Estados Unidos.
Hernández de Cos ha considerado que los bancos de la eurozona y, en particular, los españoles, tienen actualmente una «alta capacidad de resistencia y posiciones de solvencia y de liquidez elevadas». En el caso español, ha destacado, especialmente, la «fuerte orientación» del modelo de negocio hacia el segmento minorista, que «refuerza la capacidad de absorber perturbaciones adversas en las condiciones de financiación en los mercados mayoristas».
«Esta orientación ha permitido también una evolución financiera favorable del sector en el período reciente, tanto en términos de repunte de la rentabilidad como de mejora de la calidad del balance», ha añadido.
IMPACTO EN EL COSTE DE FINANCIACIÓN
No obstante, ha alertado que en la actual coyuntura, que incluye un «rápido aumento» de los tipos de interés, los bancos afrontan distintos riesgos de signo opuesto sobre sus márgenes de interés, el valor de sus tenencias de instrumentos financieros y la calidad crediticia de sus balances.
Además, respecto a la financiación, Hernández de Cos ha señalado que la progresiva reducción y encarecimiento de las facilidades deliquidez del Eurosistema, y la dinámica que se está registrando en el negocio de los depósitos, «con los depositantes buscando instrumentos financieros mejor remunerados y habiendo agotado parte de los colchones de ahorro acumulados durante la pandemia», puede conllevar un incremento acelerado del coste de la financiación de las entidades.
«Un incremento al que también podría contribuir la continuación o intensificación de las tensiones recientes en el sector bancario global», ha apostillado.
En este sentido, ha señalado durante su intervención que la reducción de la financiación del Eurosistema se ha visto compensada, parcialmente, con un incremento de la financiación interbancaria y de otras sociedades financieras, y mediante la emisión de instrumentos de deuda.
«Pero, sobre todo, por el aumento de los depósitos de sociedades no financieras y hogares, si bien con una clara tendencia a la moderación, que se acentuó en los primeros meses de 2023, especialmente de los depósitos de empresas no financieras», ha avisado.
POLÍTICA «PRUDENTE» DE PROVISIONES Y DE CAPITAL
Por ello, ha pedido a la banca que lleve a cabo una política «prudente» de planificación de provisiones y de capital, que implique destinar parte del incremento de los beneficios actuales a aumentar su capacidad de resistencia.
En el ámbito europeo, ha subrayado la importancia de mejorar lagobernanza y el funcionamiento de la Unión Económica y Monetaria (UEM), y ha sostenido que crear el FDG europeo «plenamente mutualizado» daría un impulso a la confianza de los ciudadanos y de los mercados, y contribuiría a un mayor reparto de riesgos en el área del euro y, por tanto, a reducir potenciales episodios de fragmentación.
Con una perspectiva global, el Banco de España cree que es necesario analizar «en profundidad» los acontecimientos recientes, en referencia al colapso de ciertos bancos regionales en EEUU y de Credit Suisse en Suiza, desde una perspectiva regulatoria y supervisora.
«La Reserva Federal de Estados Unidos ya ha publicado una evaluación de las razones que están detrás de lo sucedido en su país. En el Comité de Estabilidad Financiera y en el Comité de SupervisiónBancaria de Basilea hemos iniciado un análisis de los desarrollos recientes que nos permita extraer lecciones. Es importante adoptar una mente abierta a las conclusiones de estos ejercicios, que son los que habitualmente nos permiten afinar la normativa para que pueda adaptarse de forma continuada ante circunstancias cambiantes», ha explicado.
También ha pedido una «transposición completa y consistente» del paquete regulatorio Basilea-III con el objetivo de cubrir las deficiencias pendientes, en particular en la definición de los activos ponderados por riesgo de las entidades, y abordar los «desafíos estructurales» del sector bancario, como son la gestión de los riesgos climáticos, la digitalización y la creciente competencia de empresas tecnológicas.
MAYOR PREOCUPACIÓN POR LA INFLACIÓN SUBYACENTE
Por último, el gobernador del Banco de España ha explicado que en la última reunión del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), celebrada el pasado 4 de mayo, los miembros del organismo mostraron mayor preocupación por la inflación subyacente que en marzo, cuando la institución bancaria dio a conocer sus previsiones económicas.
Al respecto, ha explicado que algunos acuerdos salariales en Alemania, especialmente el del sector público, se han firmado por encima de lo que había esperado el BCE, y esto puede generar cierto impacto en el sector privado, provocando alzas salariales mayores a la esperada.
En cambio, el BCE ha observado que la transmisión de la política monetaria está siendo «fuerte», con un endurecimiento significativo y superior al esperado de la concesión de crédito por parte de las entidades.