La plantilla de la planta de residuos de Meruelo comienza el lunes una huelga indefinida por el convenio colectivo
La plantilla de TirCantabria, la empresa que gestiona la planta de recuperación de residuos sólidos de Meruelo, está llamada a la huelga indefinida a partir del próximo lunes 8 tras acabar sin avenencia el acto de conciliación que se ha celebrado este viernes en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ORECLA) para abordar un nuevo convenio colectivo, según ha informado CCOO.
El Comité de Empresa de TirCantabria, donde CCOO es el sindicato mayoritario, ha explicado en un comunicado que llevan «muchos meses de negociaciones infructuosas por la cerrazón de la empresa de negociar un nuevo convenio que reúna unas condiciones laborales dignas para las 124 personas que desempeñan su labor en este centro de trabajo».
La Federación del Hábitat de CCOO en Cantabria ha afirmado que la movilización es «el único camino que les queda ante el inmovilismo y la inacción» de la dirección de TirCantabria, que, según asegura, no está dispuesto a firmar un convenio colectivo donde el sindicato hace una propuesta de subida salarial «muy razonable», un 5,7%, el porcentaje de la tasa de variación anual del Índice de los Precios al Consumo (IPC) del pasado diciembre.
Además, desde la federación se ha criticado el «desastre organizativo» para fijar los servicios mínimos de la Dirección General de Biodiversidad de la Consejería de Medio Ambiente, «que incluso se ha visto en la tesitura de tener que rectificar y hacer otros más acordes con las necesidades esenciales de la planta y que no vulneran lo establecido en el artículo 28 de la Constitución Española».
«Es un caos total y absoluto tanto por parte de la empresa como del Gobierno de Cantabria», ha señalado el secretario general de la Federación de Hábitat de CCOO en Cantabria, Jesús de Cos, para quien los servicios mínimos «impuestos» dejan «poco margen para hacer huelga». «Se trata más bien de unos servicios máximos. Hay días en los que hay menos personal trabajando que lo que fijan los servicios mínimos», ha criticado.
Entre las reivindicaciones del Comité de Empresa de cara al nuevo convenio también está la exigencia de que se delimiten las funciones específicas de cada categoría y que el salario base se reparta entre 15 pagas (las mensuales y tres extraordinarias con carácter cuatrimestral). Además, piden que se pague un 5% más por trienio, que el plus penoso peligroso sea del 22% frente al 20% actual o que la jornada anual sea de 1.736 horas.
De Cos ha asegurado que su voluntad negociadora «es total y absoluta pero la empresa se niega en rotundo». «Es intolerable que se empeñen en empeorar la calidad de vida de los trabajadoras de esta planta, que están perdiendo poder adquisitivo cada día mientras los precios continúan desbocados», ha concluido.
Esta huelga indefinida se suma a la que se convocó en 2019 después de que la empresa «se negarse a negociar un buen convenio para la plantilla».
