Andalucía se reunirá la próxima semana con el comisario de Medio Ambiente y pide a Gobierno y UE «alternativas»

MADRID/SEVILLA, 21

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha manifestado este viernes que su consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, se reunirá la próxima semana en Bruselas con el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, para trasladarle el contenido de la proposición de ley que se tramita en el Parlamento andaluz sobre los regadíos en la corona norte de Doñana y con la disposición a recibir propuestas.

En declaraciones a los periodistas en Madrid, Moreno ha insistido en defender el contenido de esa proposición de ley, después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le reclamara ayer una «rectificación» y que se volviera a la «legalidad europea».

«Un gobierno tiene que buscar soluciones a los problemas y aquí hay un problema serio», según ha indicado Moreno, quien ha querido dejar claro que la iniciativa que se tramita en el Parlamento y sobre la que se han dicho «muchas mentiras», deja claro que «no se puede tocar el agua del subsuelo» y plantea una «reordenación de un territorio en situación de alegalidad que tiene atrapadas en un limbo a familias y trabajadores».

Ha manifestado que si el Gobierno central no está de acuerdo con el contenido de la proposición de ley, que plantee cuál es su «alternativa» y estarán dispuesto a estudiarla. Ha lamentado que el Ejecutivo nacional no haya querido «nunca» sentarse para hablar de un «problema» en esa comarca que «existe y es una realidad» y al que hay que buscar una solución.

Sobre la próxima reunión con el comisario europeo, ha manifestado que están abiertos a recibir todas las propuestas que considere oportunas: «Si hay que darle una vuelta o ser más flexibles en algo, sin ningún problema» porque se trata en estos momentos de un proyecto de ley y no de un decreto del gobierno.

Ha insistido en que también están dispuesto a escuchar las propuestas que quiera hacer el Gobierno central, que hasta ahora «no ha querido sentarse en la mesa de manera seria para poder hablar sobre cuál es la alternativa al plan que hemos propuesto».

Moreno ha manifestado que su Gobierno ha tomado la decisión de buscar una solución, que se basa en un «equilibrio entre la protección del parque», que es una «obligación legal y moral», y resolver un problema endémico de unas zonas de cultivo ante el que no podemos «cruzarnos de brazos».

Tras manifestar que el parque nacional de Las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real, también tiene un problema de sequía y el Gobierno de Sánchez no actúa con la «misma virulencia», Moreno se ha preguntado por qué el presidente sale, a cinco semanas de las elecciones del 28 de mayo, con esta «campaña» contra la proposición de ley que se tramita en el Parlamento. «Viene en Falcón para hacerse una foto electoral en Doñana» sin que se comprometa a poner recursos ni a ejecutar las obras que son competencia del Estado y que están recogidas en la Ley del Trasvase de 2018, según ha manifestado Moreno.

En relación con la tramitación de la proposición de ley, ha señalado que van a pasar por el Parlamento todos los sectores implicados, que van a hacer sus aportaciones, y se trata de lograr un texto con el «mayor de los consenso posible». Ha lamentado que la actitud del Ejecutivo nacional sea utilizar este asunto para «rentabilizarlo en términos electorales».

«Sánchez está haciendo electoralismo y del barato y por eso se le está volviendo en contra», ha indicado el presidente, quien ha criticado la «romería» de ministros en Andalucía y que se vayan además a Bruselas a «hablar mal» de esta comunidad y de los agricultores y a criminalizar a los regantes. Ha pedido a Sánchez que «deje ya de pisotearnos en Andalucía» y se ha mostrado convencido de que si esto lo hubieran hecho en País Vasco o en Cataluña, «no veríamos nada de esta polvareda».

Ha indicado que durante 35 años «se han permitido muchas barbaridades» en el entorno de Doñana por parte de los anteriores ejecutivos del PSOE-A . Ha recalcado que, en cambio, su Gobierno ha decidido plantear una solución a un problema y no «cruzarse de brazos».