Zapatero pide «confianza» en la nueva relación con Marruecos y critica la deslealtad del PP

CEUTA, 19

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha pedido este miércoles en Ceuta a la población de la ciudad autónoma que tenga «confianza» en la relación bilateral que Pedro Sánchez está tejiendo con Marruecos que, según ha dicho, «va a ir a mejor».

«Ha tenido baches, pero nuestra relación con Marruecos, como con todo vecino, por historia compartida e intereses, es esencial para España», ha indicado.

Algo más de 17 años después de su visita oficial a Ceuta como presidente del Gobierno, Zapatero ha destacado, en declaraciones a los medios, que «no hay que tener preocupación» por la evolución de la relación entre Madrid y Rabat.

«Se lo dice uno que ha sido presidente, tranquilidad», ha subrayado antes de valorar lo «muy bien» que resolvió Pedro Sánchez la crisis migratoria de mayo de 2021, en la que echó en falta más «lealtad» del PP.

«La gran diferencia entre el PP y el PSOE es que cuando los socialistas estamos en la oposición somos leales en los temas de Estado: recuerden mi discurso cuando el conflicto de Perejil… Apoyé al Gobierno, pero recuerden lo que dijo el PP en mayo… Esa es la diferencia, que yo apoyé a Aznar frente a ETA y lo que se dijo de mí cuando estaba tratando de poner fin al terrorismo», ha comparado.

«El PSOE», ha incidido, «en la oposición es leal, pero el PP no tiene esa práctica y quizá por eso ha gobernado y ha ganado menos elecciones que los socialistas», ha advertido

Zapatero se ha confesado «contento» por regresar a Ceuta para «apoyar» al candidato del PSOE a la Presidencia de la Ciudad el próximo 28 de mayo, Juan Gutiérrez, a quien ha descrito como «una persona infatigable y un enamorado de Ceuta y de sus posibilidades».

«La próxima campaña es trascendental para Ceuta y pienso que un cambio tranquilo es posible aquí», ha declarado el expresidente, que también ha alabado el «compromiso» del Ejecutivo de Pedro Sánchez con la ciudad para «resolver soluciones difíciles».

Desde su punto de vista, la localidad española norteafricana es «un ejemplo para Europa» como «proyecto de convivencia, diversidad, respeto y entendimiento, como modelo de que ninguna cultura ni religión es superior a otra, de que todas deben convivir y de que todas debemos aprender».