Un nuevo proyecto Erasmus+ estudia el efecto psicofisiológico de los medicamentos
El nuevo proyecto Erasmus+ PANACEA , liderado por la Universidad de Bolonia (Italia), tiene como objetivo aumentar el conocimiento de los estudiantes de pregrado de las Facultades de Medicina y de Enfermería, investigadores y profesionales de la salud sobre los mecanismos subyacentes a los efectos placebo y nocebo, y así proporcionar pautas de mejores prácticas para su uso en la práctica clínica.
La creencia y la expectativa de que podemos beneficiarnos de tomar un determinado medicamento también pueden tener efectos positivos independientemente del principio activo del fármaco. Este es el efecto placebo que se deriva de un mecanismo psicofisiológico que es bien conocido en medicina y en el que los médicos suelen confiar.
Para comprender cómo se puede utilizar mejor este mecanismo con fines terapéuticos y cómo evitar su contrapartida negativa, el efecto nocebo, se ha lanzado PANACEA , un nuevo proyecto Erasmus+ coordinado por la Universidad de Bolonia con la valiosa contribución de 6 socios europeos, incluida la Universidad Complutense de Madrid.
El efecto placebo se activa por una serie de mecanismos complejos que se desencadenan cuando un paciente recibe una terapia en la que confía y tiene expectativas positivas; el efecto nocebo, en cambio, se produce como resultado de expectativas y creencias negativas que pueden reducir la eficacia de las terapias o desencadenar efectos secundarios.
En ambos efectos juegan un papel diferentes elementos que deben ser tenidos en cuenta: el conocimiento, la experiencia previa, las expectativas y necesidades del paciente, el entorno y contexto clínico, y la naturaleza de la relación médico-paciente.
Una encuesta de 2012 muestra que más del 88 por ciento de los médicos generales también recetan placebos a sus pacientes. Sin embargo, esta práctica a menudo se implementa sin una comprensión profunda del fenómeno y se subestiman los posibles efectos negativos a largo plazo. Un ejemplo es la propagación de la resistencia a los antibióticos debido al mal uso de estos medicamentos, que a menudo se recetan como un «placebo impuro» sin ninguna certeza de infección bacteriana.
Por otro lado, comprender los mecanismos detrás del efecto placebo puede generar muchos beneficios en la práctica clínica, como mejorar el efecto de un fármaco o reconsiderar su dosificación. Y el efecto placebo también puede ser una herramienta útil en situaciones en las que no existe un tratamiento eficaz para una enfermedad. Asimismo, el efecto nocebo puede acarrear consecuencias perjudiciales para los pacientes, que pueden minimizarse con un entrenamiento adecuado.
«Hoy en día, los estudiantes y médicos jóvenes abordan el tema del efecto placebo solo como una herramienta para monitorear la efectividad de una terapia y, al mismo tiempo, no están lo suficientemente capacitados en la importancia de reconocer y mitigar los posibles efectos nocebo. Necesitamos recomendaciones basadas en evidencia científica sólida para llegar a un uso ético y eficaz de los placebos en la práctica clínica, sabiendo reconocer y mitigar los efectos nocebo», ha explicado Katia Mattarozzi, profesora del Departamento de Medicina Especializada, Diagnóstica y Experimental de la Universidad de Bolonia y coordinadora del proyecto.
El objetivo de PANACEA es, por tanto, desarrollar directrices y recomendaciones europeas compartidas sobre el uso del efecto placebo en la terapia y sobre la mitigación de los efectos nocebo. Y no solo eso: también se va a desarrollar un programa de formación en estos temas, que se puede incluir en los cursos universitarios de medicina y enfermería de toda Europa, y que contará con tecnología de información innovadora para la docencia, así como con un Curso de Verano.
«Con este proyecto, queremos desarrollar una vía innovadora para estudiantes y médicos jóvenes, investigadores y profesionales de la salud que promueva el conocimiento de los mecanismos subyacentes a los efectos placebo y nocebo, proporcionando así una guía de mejores prácticas compartidas sobre su uso en la práctica clínica. Esta es una iniciativa que podría tener un importante impacto médico, educativo y científico en Europa, tanto a corto como a largo plazo», ha resaltado Mattarozzi.
El proyecto PANACEA está coordinado por la Universidad de Bolonia (Prof. K. Mattarozzi y Dr. A. Bagnis) y también incluye: Universiteit Leiden (Prof. A, Evers), Katholieke Universiteit Leuven (Prof. J. Vlaeyen), Universidad Complutense de Madrid (Prof. A. Portoles), Uniwersytet Jagiellonski (Prof. P. Babel; Prof. A. Windak, Dr. M. Marek), Federación Europea del Dolor (EFIC) y RE2N Srl. Los socios asociados son: Una Europa, la Sociedad Italiana de Medicina General, el Colegio de Médicos de Familia de Polonia, la Sociedad de Estudios Interdisciplinarios del Placebo (SIPS).
La Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid ha acogido recientemente la reunión de lanzamiento y se han firmado los acuerdos entre partners, por lo que el proyecto se encuentra completamente operativo.