Page abre la puerta a contar con diputados regionales de CS en su futuro organigrama: «Mis cargos no dependen del carné»
TOLEDO, 18
El presidente de Castilla-La Mancha y candidato del PSOE a la reelección en las próximas elecciones del mes de mayo, Emiliano García-Page, ha asegurado que habrá personas que han formado parte de Ciudadanos que van a ir como candidatos a alcaldes en las listas socialistas e incluso ha avanzado su intención de contar con alguno de los que han sido diputados por la formación naranja durante esta legislatura en su próximo Gobierno, en el que «los cargos no van a depender del carné» del PSOE.
«Tenemos a mucha gente de CS, la mayoría cuadros de CS que pueden quedar fuera de juego en estas elecciones» y están «por colaborar con el PSOE», ha adelantado García-Page en una entrevista con Europa Press, donde ha indicado que habrá «varios candidatos a alcaldes» de la formación que presentarán «en breve» y que van a ir en candidaturas con los socialistas.
En este contexto cita al exdiputado de Ciudadanos Alejandro Ruiz, con el que tuvo «una relación muy buena» pero que «salió muy escaldado y es gente útil», aunque no quiere anticipar ningún otro nombre «porque a las personas a las que querría nombrar les tengo aprecio como para no hacerles la puñeta antes».
Preguntado por el parlamentario David Muñoz, García-Page señala que «es buena gente» y «ha defendido a CS hasta el último minuto que se han convocado elecciones», siendo una persona que «no ha colaborado nada con el PSOE» y que «ha defendido a ultranza a Ciudadanos», recordando que «algunos de los debates más agrios» en el Parlamento autonómico han sido con él, lo cual «no le quita valor ninguno».
«No tengo contacto con nadie ni nadie me ha trasladado» nada al respecto, aclara el presidente regional, quien también cita entre la gente que se mantiene en Ciudadanos y ha colaborado con el PSOE al exalcalde de Albacete –durante la primera parte de la legislatura en virtud del acuerdo de gobernabilidad al que se llegó en la ciudad– y actual vicealcalde, Vicente Casañ, una persona que es apreciada en el PSOE «en la misma proporción en la que es despreciado por el PP».
El responsable autonómico menciona otros nombres como el del exconcejal toledano con Ganemos, Javier Mateo, al que considera amigo y respeta, y «que va a hacer lo que quiera siempre», pero que le gustaría que algún día «pudiera colaborar directa o indirectamente» con él, o a personas de Podemos que, por el contrario, según García-Page, dirían que no, como la exconsejera Inmaculada Herranz o la diputada de la formación morada durante la pasada legislatura, María Díaz. «Independientemente de que me digan que no, mi opinión es que valen» y la gente que vale «es bueno que colabore en política».
IMPORTA MÁS LA GENTE QUE LAS SIGLAS
«Lo importante de esto es que los cargos que tenga la Comunidad Autónoma no van a depender del carné, van a depender de la capacidad, sean de Ciudadanos o sean de Podemos. Es una capacidad esponja que tiene este Gobierno» y él mismo como presidente, destaca García-Page, que incide en que le «importa la gente más que las siglas».
A su juicio, si a los españoles «les importaran las siglas más que la gente, no habría pasado lo que ha pasado, que todos han cambiado sus siglas, menos el PSOE. Todos han renegado de sus siglas».
En este contexto y en referencia al futuro Gobierno regional que conformaría si sale elegido presidente, Emiliano García-Page no se plantea «ni reducir ni ampliar» la composición actual «en función de ningún esquema electoral», y convencido de que «hay que organizar a los equipos de la manera más coherente posible», mostrándose «muy contento» con la estructura actual del gobierno.
Al respecto, ha recordado que ninguno de sus altos cargos puede estar en ninguna otra empresa ni cobrar dietas y ha destacado que esta región cuenta con «el mayor régimen de incompatibilidades, de control preventivo contra la corrupción, de toda España».
«Alguien dirá que no tiene importancia, pero podré llegar a las elecciones después de ocho años de Gobierno diciendo que el único director general imputado en España por un alto delito es Gómez Gordo, el que fuera director general en la Presidencia con Cospedal».
Emiliano García-Page asegura que la próxima legislatura la quiere plantear con una mezcla equilibrada entre continuidad y cambio. «El día que pierda mi inquietud por cambiar las cosas, que entre en el conformismo, ese día literalmente tengo que pensar en marcharme», explica.