El Congreso reserva 76.000 euros para el retrato de Ana Pastor, que ya ha elegido a Hernán Cortés para pintarlo
El autor ya inmortalizó a Luis Fernanda Rudi y cuenta con otras dos obras en la Cámara Baja
La actual vicepresidenta segunda del Congreso, la popular Ana Pastor, ha decidido que el pintor Hernán Cortés Moreno le haga el retrato con el que se recordará su paso por la Presidencia de la Cámara Baja –puesto que ocupó entre 2016 y 2019–, un cuadro para el que se ha fijado un presupuesto base de 76.450 euros, IVA incluido.
Esta será la cuarta obra de Hernán Cortes que se cuelgue en el Congreso y la segunda que formará parte de la llamada Galería de Presidentes, donde están los retratos de todas las personas que han ejercido esta responsabilidad desde las Cortes de Cádiz. Y es que la primera mujer al frente de la institución, la también popular Luisa Fernanda Rudi, también encargó a Cortés la tarea de inmortalizarla como presidenta.
Además, el pintor gaditano es el autor del políptico con el que se recuerda a los siete padres de la Constitución en la Sala Constitucional del Congreso y también del retrato de Felipe VI que preside el Salón de Ministros, donde mantiene sus reuniones la Mesa de la Cámara.
SE PAGARÁ CON EL FONDO DE REMANENTES
Durante la presentación de aquella obra en mayo de 2019, Hernán Cortes bromeó con el hecho de que el Congreso se ha convertido ya en su «segunda casa» por la cantidad de obras suyas que atesora la institución.
Según consta en los pliegos aprobados por la Mesa del Congreso, a los que ha tenido acceso Europa Press, el cuadro se abonará con cargo al fondo de remanentes de la Cámara, que a fecha de 31 de marzo de 2022, cierre del ejercicio 2021, tiene una cuantía de 108,24 millones de euros.
En concreto, el presupuesto base de licitación asciende 69.500 euros a los que hay que añadir un 10% de IVA, lo que suma un total de 76.450,00 euros. Según la Cámara, esta cantidad se ajusta al precio de mercado de retratos de artistas de dimensiones similares y a lo que se ha venido pagando en los últimos 15 años por los que se hicieron a anteriores presidentes.
El plazo máximo de ejecución del contrato será de tres meses desde la firma del contrato. La adjudicación aún no ha sido aprobada formalmente, pero la previsión es que el retrato de la segunda mujer que formará parte de la Galería de Presidentes pueda colgarse antes de que finalice la legislatura el próximo mes de diciembre.
Debido a la singularidad del objeto del contrato, que tiene por objeto la creación o adquisición de una obra de arte, sólo puede encomendarse a un artista concreto, mediante un procedimiento negociado sin publicidad, por lo que el único criterio de valoración será la oferta económica, que es evaluable mediante fórmulas.
LOS DOS MÁS BARATOS, REALIZADOS POR AUTORAS
El retrato de los presidentes más barato de los colgados en los últimos años es del socialista Patxi López, quien presidió la Cámara los cinco meses que duró la legislatura fallida que siguió a las generales de diciembre de 2015. Su autora es la ilustradora y música Elisa Pérez Ruiz y costó 10.300 euros, IVA incluido, 5.000 euros menos de los inicialmente presupuestados.
El segundo más barato también lleva la firma de una mujer, la prestigiosa fotógrafa Cristina García Rodero, que fue elegida para esta labor por el socialista ya fallecido Manuel Marín, que presidió la Cámara entre 2000 y 2004. Es la única fotografía que cuelga en esta galería y costó 24.780 euros.
El antecesor de López, el popular Jesús Posada, que presidió la Cámara durante la legislatura de la mayoría absoluta de Mariano Rajoy, destapó su cuadro en septiembre de 2017. Se trata de una obra del pintor Ricardo Sanz López, que costó 66.000 euros.
El cuadro más caro de los últimos años fue el del socialista José Bono –82.600 euros–, un retrato pintado por el madrileño Bernardo Pérez Torrens que se colgó en julio de 2015 ante la presencia del homenajeado y de Posada, pero sin medios de comunicación.
POLÉMICA POR EL GASTO DURANTE LA CRISIS
Los retratos de Bono y Marín fueron presupuestados el mismo día por la Mesa del Congreso y su precio generó polémica puesto que España estaba inmersa en plena crisis económica. El tema dio hasta para un debate parlamentario.
Fue en la Comisión de Cultura del Congreso donde el entonces grupo de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) pactó una proposición no de ley con el PSOE para instar al Gobierno a implantar «otros métodos de elaboración» de los retratos oficiales que resultasen «menos onerosos para el Estado» y apostaba, en concreto, por extender el uso de fotografías. La iniciativa fue rechazada por el PP, que entonces contaba con mayoría absoluta.